Cuando se busca la convivencia y la unión, obtenemos resultados positivos de huellas imborrables y aprendizajes con resultados tan divertidos, memorables y conmovedores, donde el trabajo se realiza con gusto y por muy fuerte que se considere la tarea, el resultado es un estimulo invaluable que suele sumarse a un gran activo al modo de ser, convivir y compartir, siempre que se esté rodeado de gente que comparta las grandes responsabilidades que requiere el país, donde todos converjan por muchas diferencias de criterio que existan, siempre se hala la carreta a la misma dirección, en la búsqueda del bien, honrando y viviendo del trabajo, compartir, distribuir, aportar en positivo, generar riquezas, puestos de trabajos, pagando al día sus impuestos, produciendo mucho más de lo que se consume, y jamás ser una carga para nadie.
En estas reflexiones me quiero referir a la familia ganadera del país en general y muy especialmente a la Federación Nacional de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga), que ha sobrevivido por casi tres cuartos de siglo, o sea, sus casi primero tres cuarto de siglos ha demostrado que la voluntad y la fe en Dios está por encima de todas las fuerzas y que hay Fedenaga para muchos siglos y que vienen generaciones tras generaciones dispuestas a darle continuidad con mayor fuerza amor y tecnología a lo que vieron de sus antecesores, convencidos de que este país es para construirlo y no para destruirlo y que debemos devolverles con creces lo que tanto nos ha dado, convencidos de que lo que se hace con fe y a esfuerzo propio Dios le da doble protección, y ahora es cuando la familia ganadera es necesaria en este país, no hay que escatimar esfuerzos para contribuir a que las divisas del petróleo no inmigren y que es aquí donde deben quedarse, crecer y multiplicarse, hacerse respetar con creatividad que trasciendan en positivo todas las fronteras en posiciones relevantes ante el mundo, demostrando con buenos hechos que la familia ganadera respeta y se hace respetar, no con confrontaciones ni con guapetones si no con sus rostros soleados, botas con bosta, manos encallecidas, el orgullo por encima del sombrero y el trofeo de ser un venezolano hacedor y no un barril sin fondo deshacedor, eso es indiscutiblemente lo que significa la familia ganadera, que permanece en el ambiente, pacífico en búsqueda de estimulo y respeto, seguridad integral como le corresponde a quien su vida es el trabajo como una contribución a solucionar los graves problemas de escases que vive el país y afecta a todos por igual así quieran disimularlo.
Inconveniente de tan fácil solución ya que aquí lo que abunda es voluntad, buenas tierras, gente honesta con buenas ideas que no están preguntando a la hora de producir para todos como se llama usted y por quien votará, es trabajo productivo lo que necesitamos y más aun un renglón tan sensible como es la alimentación y quienes saben producirlo dan mucho más de lo que exigen y están dispuestos aportar hasta donde les duela a cambio de lo que por derecho les corresponden como: seguridad integral, estimulo, respeto y convivencia, porque a la familia ganadera de Fedenaga le sobra voluntad, son de los que piensan que se puede acabar la fuerza pero no la voluntad, gente de trabajo, sin odio ni rencores, siempre pensando que nunca es tarde para empezar una buena alianza estratégica donde todos sean ganadores, una relación de dos vías, como jugar tenis, pelotita viene, pelotita va, sin olvidar un mensaje que nos dejo Seneca: “La mejor recompensa de una buena acción es haberla hecho”.
Pues la familia ganadera está dentro de estos parámetros, todos sabemos que producir alimentos dignifica. Les envío un fraternal abrazo y les expreso a todos con quien compartí más de tres lustros formando parte del directorio. Me quedó una buena enseñanza, un alto aprendizaje y una invalorable gratitud por el universo de amigos que Dios me puso en el camino, como uno más de mis logros.
Al presentar la renuncia con cierto sentido de melancolía, pero como siempre apuesto a los jóvenes, convencido de que en ellos está el futuro, no dudo en darles paso y ayudarles abrir el camino no sin antes decirles que no debemos dudar que Dios, las secuelas de los sufrimientos los convierte en bendiciones que nos llenan de alegría, fe y deseos de vivir, aun que por voluntad propia no estaré en el directorio pueden estar seguros que donde quiera que este, estaré solidario con el gremio y con toda la gente de buenos principios como ustedes.
Todos unidos por la producción nacional
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@JGmendozabarquito