Embarcada en nuevos proyectos que incluyen música, cine y televisión, Milly Quezada siente que está en el mejor momento de su vida como mujer y como artista.
“Me siento muy cómoda en mi piel y en mi entorno, mis hijos me hacen muy feliz y la música me llena de manera increíble”, dice la llamada Reina del Merengue.
Quezada se prepara para lanzar un nuevo disco a fines de este año, cuyo primer sencillo dijo saldrá este mismo verano, al tiempo que planifica una gira por Latinoamérica y Europa mientras funge como jurado del reality de Idol Puerto Rico, en su tercera temporada. También aparecerá en la película Salty Panky II, que se estrena en República Dominicana en octubre y en Estados Unidos en diciembre, cantando con el bachatero El Camarón el tema oficial Es que yo quiero, de la autoría del director del filme Pinky Pintor.
“Siempre (ando) con una agenda muy linda que me mantiene muy ocupada”, dijo la cantante dominicana en una entrevista reciente en Nueva York, donde participaba en el Desfile Nacional Dominicano. “Es una bendición que agradezco a Dios y a mi público que sigue mi trayectoria musical a lo largo de un poco más de tres décadas”.
Y pensar que hace 16 años, cuando enviudó, Quezada llegó a pensar que su carrera había acabado.
“Pensé que todo se moría, la carrera, todo. Mi esposo era el mánager y el visionario de la agrupación Milly, Jocelyn y Los Vecinos y fue bien traumatizante, porque a la hora de su muerte teníamos 20 años de casados, teníamos tres niños pequeños, un legado musical vivido de 20 años de música, una identificación con una gran fanaticada internacional, entonces yo pensé que se moría todo, pero no fue así. Gracias a Dios el proceso del duelo lo atravesé y pude sacar a mis hijos adelante”, expresó la artista, cuyo esposo, Rafael Vázquez, murió en 1996.
La cantante incluso dijo que ha tenido “fallidos intentos de salir y tener un compañero”, pero a los 61 años sigue creyendo en el amor y no pierde la esperanza de conseguir pareja.
“Sigo soltera y sin compromisos, pero no me asusta la soltería que me aporta mucha libertad. No obstante, no descarto la posibilidad de enamorarme de nuevo”, confesó Quezada, y acotó: “No quiero empatarme con alguien que me haga infeliz, prefiero vivir sola. No he logrado encontrar a esa pareja que comprenda lo complicado que es el asunto de vivir con un artista”.
