Corrupto es corrupto

En cierta forma los corruptos de la burocracia deben estar de plácemes cuando el Presidente en una supuesta ofensiva anti-delictiva recurre a la división entre corruptos y les da partido o posiciones políticas cuando en realidad no se trata de eso, porque así estimula desde el Poder a la delincuencia fiscal organizada ligada a la izquierda.
No hay corruptos buenos y otros malos. Y de paso desde el orden ético-moral-espiritual los amantes de la vida burguesa ven el mercado como un asunto para lograr beneficios lo cual nunca debe ser igual para un revolucionario verdadero cuya conducta debe estar sujeta a la honradez ante cualquier circunstancia y sobre todo defender los fondos públicos como una forma de cumplir con la misión de proteger al pueblo.
La fuerza del Estado y sus instituciones en una revolución socialista deben ser mucho más estrictas con la conducta de los revolucionarios sin dejar de reprimir a la oposición capitalista y sus manifestaciones recurrentes por la ganancia fácil y la acumulación de Capital sin escrúpulos.
La mejor forma de llevar a su mínima expresión la mano tramposa de la derecha es controlando el mercado de bienes, servicios y valores desde donde se establecen las grandes estafas y negociados contra el interés social. A la corrupción pro-capitalista hay que cerrarles el paso cortándoles su relación con el Estado socialista. Esa interrelación cuando es indispensable debe estar bajo el más estricto control fiscal lo cual parece ser no se cumple cuando según el Profesor Giordani se birlaron veinte mil millones de dólares unos señores amigos del gobierno pero enemigos del pueblo con lo cual queda claro que corrupto es corrupto y debe ser penalizado sin contemplaciones.
No hay delincuentes buenos cuando se trata del manejo de los Fondos Públicos y por el contrario estos son la esencia de los males sociales y las penuria de lo más pobres. Con todo ese dinero apropiado por la burochocracia criminal y sus aliados muchas hubieran sido las medicinas y cestas tickets para el sector de la Tercera Edad tan necesitada de estos beneficios por parte del Estado.