Una de las principales razones por las que practicamos ejercicio es para conseguir una buena imagen y mantener un aspecto físico saludable. Junto a esto está la salud, pero en la mayoría de los casos encaminamos el ejercicio a la consecución de un cuerpo tonificado y fuerte. Pero la mayoría de veces nos centramos tanto en una determinada zona que nos olvidamos de la armonía que debe existir entre las diferentes partes del cuerpo para que luzcamos bien.
En otras ocasiones hemos comentado que entre las diferentes partes de nuestro cuerpo debe existir una proporción. Pero ésta no solamente tiene que ser a nivel estético, sino que a nivel muscular debemos mantener también una proporción para que exista un equilibrio general en el organismo evitando desequilibrios que pueden acabar por pasarnos factura.
Es cierto que para mantener una proporción total en el organismo debemos entrenar todas las partes de la misma manera. No podemos dejarnos ninguna en el tintero, ya que no crecerá de la misma manera que lo hacen el resto, y estéticamente quedáremos descompensados. Pero no solamente estéticamente, sino que a nivel orgánico esta desproporción se notará, pues no tendremos la misma fuerza en los diferentes grupos musculares del organismo.
Unos músculos más desarrollados que otros nos pueden pasar factura, sobre todo en las partes que son antagonistas, como sucede con el pectoral y la espalda, o la zona de los lumbares y los abdominales. Cuando desarrollamos un músculo conseguimos que contenga más fibras que lo hacen más duro y fuerte, lo que va a dar lugar a que ejerza una mayor tensión sobre la zona en la que se encuentra, algo que puede ser perjudicial si no logramos que los músculos antagónicos estén igual de fuertes para compensar el empuje que ejerce el otro grupo muscular y así entre los dos lograr equilibrarse.
Es necesario que planifiquemos las rutinas de forma que toquemos todas las partes del cuerpo y así logremos una armonía general, imprescindible para adquirir una buena postura corporal como lucir una mejor imagen exterior de nuestro cuerpo.