Científicos de Chile y Estados Unidos descubrieron vestigios de lo que sería un asentamiento humano en una zona desértica cercana a la ciudad de Iquique, en el norte chileno, que tendría más de 12.700 años de antigüedad.
Según la investigación, el asentamiento habría sido construido por un pueblo «nómade-cazador» en la zona conocida como Quebrada Maní 12, a 1.870 al norte de Santiago, en una región de extrema sequedad del desierto y que no había sido muy explorada por arqueólogos.
«Los cazadores-recolectores subsistían dependiendo de lo que les entregaba la naturaleza. No produjeron sus alimentos. En el sitio Quebrada Maní encontramos que los instrumentos que usaron eran de piedra y de madera», dijo la arqueóloga Paula Ugalde en un comunicado del Centro de Investigaciones del Hombre en el Desierto (Cihde) difundido este viernes.
Durante la investigación, que se inició en 2005, se hallaron más de mil piezas, entre ellas puntas de proyectil, herramientas como cuchillos, raspadores de piedra, conchas marinas y piedra volcánica, lo que indica que en ese lugar habitaban personas que circulaban entre el mar y la cordillera, según los investigadores.
El asentamiento es el más antiguo encontrado hasta el momento en el norte de Chile. La zona conocida como Monte Verde, en la región de Los lagos, en el sur chileno, es el asentamiento humano más antiguo de América, con 14.420 años.
El estudio será publicado en la revista internacional Quaternary Science Reviews.