Continúa el malestar por parte de conductores que utilizan la avenida Venezuela a diario, motivado a la reducción de los canales de esta vía para la construcción de los canales que se hacen por donde transitarán las unidades adscritas al Sistema de Transporte de Barquisimeto (Transbarca), anunciado para el mes de septiembre por el Ministro de Transporte Terrestre Haiman El Troudi.
Si bien la Venezuela con sus seis canales contribuía al desahogo del centro de Barquisimeto para el desplazamiento rápido de vehículos desde el este hacia el oeste y viceversa, ahora el tráfico se puso demasiado lento y pesado porque se están incorporando menor cantidad de carros, cuyos choferes se ven en la imperiosa necesidad de maniobrar en dos canales.
“Esto es una locura”. ¿A quién se le ocurrió hacer este mamotreto en pleno centro de la ciudad que nos complica la vida a todos nosotros? preguntó Marcelino Crespo, uno de los conductores que la tarde de este martes se encontraba atascado en una inmensa cola que se veía desde la Vargas (calle 18), hasta más allá de la Catedral de Barquisimeto, en la calle 30.
Y es que efectivamente el cambio de movilidad se nota a simple vista en la avenida Venezuela por los inconvenientes que se consiguen para circular libremente como se hizo hasta hace unos días.
Una ambulancia con la alarma encendida en señal de emergencia le costó varios minutos superar las calles que se incorporan a la Venezuela para doblar en la avenida Vargas y llegar hasta el hospital con el paciente, motivado a la fuerte cola que se registraba a eso de las 3:00 de la tarde, y ni siquiera era hora pico.
A esta situación se suma la descoordinación de algunos semáforos que impide el avance de un mayor volumen de vehículos, por lo que apenas cinco carros atravesaban las calles donde se encuentran estos controladores del tránsito vehicular.
Uno de los primeros síntomas expresado por los conductores es el desespero.
Muchos golpeaban el volante y los tableros en actitud de protesta.
“Fíjate, me vine por la Venezuela porque estoy apurado y necesitaba llegar a tiempo a una consulta médica y fue peor, ahora estoy atrapado en esta cosa sin poder salir”, expresó Aura de Colmenárez.
Otros usuarios de la transitada avenida criticaron la forma cómo construyeron las paradas correspondiente al Transbarca, indicando que quedaron en plena isla.
Se preguntaron por dónde cruzarán las personas que se bajen de los trolebuses si no existen pasarelas para que lleguen desde la isla hasta la acera, o será que al gobierno no le importa que a esos ciudadanos los impacten los vehículos particulares.
María Pereira, conductora, sostuvo que esos trabajos desde que se iniciaron hace ocho años pareciera que fueran producto de la improvisación.
Agregó que los larenses no se merecían este castigo de que le redujeran su principal avenida, por una proyecto que todavía no se sabe si va a funcionar bien, o traerá mayores problemas y caos a Barquisimeto.
Cuestionó lo pequeño que son los separadores viales que dividirán el trolebús con el resto de automóviles, ya que no son lo suficientemente seguros y pudiera ocurrir un accidente con fatales consecuencias.
Asfalto sería de poca calidad
Además del disgusto que sienten los conductores por la simplificación de los canales de la avenida Venezuela para el desplazamiento de los trolebuses, se agrega la crítica de ellos al considerar que es de poca calidad el asfalto que están colocando en varios tramos de esta arteria vial, observándose cuadrillas de obreros lanzando la capa de rodamiento desde la calle 33 hasta la 37, para tapar huecos.
Cruz Rodríguez dudó de la durabilidad de ese asfalto por lo apresurado como están trabajando esta obra para terminarla en septiembre, como ha sido la petición del gobierno central, mes que coincide con el aniversario de la ciudad de Barquisimeto.
Francisco Medina expuso que la noche del pasado miércoles le estalló el neumático delantero a un vehículo Fiat Palio.
Explicó que ante la poca iluminación en la Venezuela y estrechos canales rosó uno de los separadores viales y el caucho se rompió de inmediato, “a Dios gracias solo fue un susto con daños materiales, pero eso no lo queríamos”.
