El carné de Pdvsa

En 1994 mientras me desempeñaba como Vicepresidente Académico del Centro de Formación y Adiestramiento de Pdvsa y sus filiales (Cepet), fui asignado por Pdvsa al Ministerio de Hacienda para colaborar con el Dr. Julio Sosa Rodríguez (el Tío Julio) y con José I. Moreno León y algunos otros relevantes colegas para contribuir a la creación de un organismo que luego de muchas reflexiones llamamos Seniat.
En medio del demandante trabajo, cumplía 25 años de casado e Iraida (mi esposa de siempre) me pidió como regalo de aniversario que la llevará a ver el espectáculo de Serrat en el Teresa Carreño. En el rebullicio del nuevo Seniat se me olvidó por completo el asunto, así que un día antes de la presentación del catalán me acerqué al teatro, y para mi decepción todas las entradas estaban vendidas. Para mi fortuna apareció alguien revendiendo dos entradas, me le acerqué y le conté mi zozobra, acordado el precio le dije que no tenía efectivo y que le podía pagar con un cheque de Pdvsa. El vendedor me dijo que siendo de Pdvsa no había ningún problema. Al día siguiente en primera fila Serrat le regaló unas rosas a mi esposa que estaba orgullosa con el regalo y el concierto. Al día siguiente nos encontramos con Serrat en el antiguo Hilton y fuimos juntos a la presentación del libro de Cristóbal Guerra sobre le cantautor, mi esposa – orgullosa- conserva el recuerdo del par de besos reglamentarios.
¡Cómo han cambiado las cosas! El carné o una carta aval de Pdvsa es una raya, objeto de vergüenza, si lo exhibe –con temor justificado- lo ven como gallina que mira sal; atrévase a ir a una clínica reputada o a una farmacia del montón, o usarlo para avalar una compra en el supermercado, inmediatamente le dirán: ¡No lo aceptamos Pdvsa no paga!
Pasamos pues con dolor de ser Pdvsa una de las empresas más prestigiosas del mundo para convertirla en una morosa, maula, negligente, indiferente, remolona, que cada vez más y sin decoro deja su gente – el capital más preciado – al garete de las cuentas incobrables.
¡Patria o Muerte! en fin, más Muerte que Patria.