Tres tiros en la cara y en la cabeza le propinaron a Gustavo Adolfo Peña Romero, quien presuntamente se resistió al robo de sus zapatos, aunque sus familiares no descartan que se trate de una venganza, pues el padre de la víctima fue jefe de la antigua PTJ, y según ellos, pudo tratarse de algún enemigo del funcionario.
El sábado en la tarde, mientras caía la fuerte lluvia, el hombre de 38 años de edad disfrutó de la misma y se bañó en ella, luego fue a comprar un refresco en la bodega cerca de su casa, en la calle principal del sector La Playa, pero como estaba cerrada, caminó unas dos cuadras más, sin embargo, no llegó al destino final, pues dos sujetos, a bordo de un carro, lo interceptaron.
“Él tuvo resistencia al robo de los zapatos y por eso quizás le dispararon”, indicó su hermana, Flor Peña, quien es la única que queda viva de los tres fraternos, ya que el mayor perdió la vida en un accidente de tránsito y el menor, muere ahora a manos del hampa.
“No descartamos tampoco que se trate de una venganza porque mi papá, Luis Peña Zamora, fue jefe de lo que hoy es el Cicpc en el año 88, cuando lo mataron. Quizás un enemigo de él quiso cobrárselas”.
Una llamada alertó a los familiares de lo sucedido, quienes llevaron en la camioneta de la madre del occiso al CDI de Tamaca “y luego lo llevamos al Hospital Central Antonio María Pineda en nuestro vehículo porque no había una ambulancia”.
Cuando se dirigían al principal centro asistencial de la ciudad, lamentablemente, Gustavo Adolfo falleció. “Perdió mucha sangre, era casi imposible que se salvara”, indicó la mujer, quien aseguró no creer en la justicia venezolana, “eso era antes, ahora no se cumple, hay que tomarla por sus propias manos. Imagínate la impotencia que siento”.
Peña Romero deja un hijo menor y trabajaba en el departamento de Informática de la Gobernación del estado Lara desde hacía 10 años, aproximadamente.
Por ahora, la Policía Científica adelanta las averiguaciones del caso, para determinar lo sucedido y confirmar el móvil del crimen.