El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo el lunes que no se puede pretender «arrodillar» a las FARC en las negociaciones que se llevan a cabo en Cuba, y reconoció la voluntad de paz del grupo guerrillero.
«De lo que sí estoy convencido y está convencido el mundo entero es que a una guerrilla como las FARC hay que darle una salida, no podemos arrodillarlos ni humillarlos», aseguró el mandatario en una entrevista con radio Caracol.
Santos, quien este miércoles cumplirá el tercero de sus cuatro años de gobierno, defendió así la posibilidad de que los jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) puedan aspirar a cargos de elección popular si dejan las armas.
«Le hemos dicho: política sí, pero sin armas», sostuvo el gobernante, al reiterar su negativa a pactar un cese al fuego bilateral mientras avanzan los diálogos, pues según él esto puede ser aprovechado por la FARC para fortalecerse y prolongar el conflicto, que dura más de medio siglo.
«La correlación de fuerzas está a nuestro favor por primera vez en mucho tiempo y sería darle una ventaja militar innecesaria a la guerrilla», expresó.
Santos también destacó el interés de la insurgencia en llegar a un acuerdo de paz, e indicó que solo rompería las conversaciones iniciadas en noviembre de 2012 si considera que las FARC las están utilizando para «oxigenarse militarmente», aunque anotó que «ese no es el caso».
«He visto hasta ahora que sí hay voluntad, que sí queremos las dos partes progresar hacia unos acuerdos», afirmó el presidente, quien sin embargo admitió que los diálogos avanzan «demasiado lentamente».
«Estamos haciendo lo posible por acelerarlo porque el tiempo empieza a conspirar en contra del proceso, pero yo sigo siendo cautelosamente optimista, entre otras cosas porque para la guerrilla no hay alternativa: si no hacen la paz ahora los deja el tren de por vida», dijo, anotando que la guerrilla «se está envejeciendo y dividiendo».
Santos manifestó igualmente que los acuerdos que se logren en La Habana deberán ser refrendados por los colombianos, pero descartó que el mecanismo sea una Asamblea Constituyente como han planteado las FARC, la mayor guerrilla del país con unos 8.000 combatientes.
Asimismo señaló que lo ideal sería que los diálogos finalizaran en noviembre próximo, cuando debe decidir si se presenta o no a la reelección en los comicios de mayo de 2014, pero anotó que «si se prolongan un par de meses más habrá que hacerlo, las fecha fatales en estos procesos son contraproducentes».