Desde las dos de la tarde de este domingo y hasta las siete de la noche, personal del Pequeño Cottolengo realizó en los espacios del Club Italo Venezolano, en el sector El Ujano, el Cuarto Bingo de la Caridad, a objeto de obtener fondos de manos caritativas para cubrir gastos principalmente de alimentación y el pago de los trabajadores de esta institución benéfica, que presta sus servicios sin fines de lucro a personas con diversidad funcional.
Juan Carlos Piña, coordinador general del Pequeño Cottolengo Don Orione, ubicado vía a El Manzano, a la altura del kilómetro 6, indicó que en dicha sede se atienden a 128 personas, la mayoría en situación de abandono, con edades comprendidas entre los 23 a 63 años, y la institución cuenta con 70 trabajadores.
Destacó que motivado a esa responsabilidad de darle comida, vestido y útiles de limpieza personal a quienes cuidan, además de suministrarles medicinas cuando se enferman, y para poderle cumplir con el pago de la nómina con todos los beneficios de ley a sus trabajadores, se ven en la imperiosa necesidad de llevar a cabo este tipo de actividades extras para recaudar fondos.
Agradeció a toda la colectividad larense porque siempre ha estado dispuesta a colaborar cada vez que se le llama para que participe desde su corazón en eventos como este Bingo de la Caridad.
Enfatizó que el dinero que recaudan en estos bingos son administrados y distribuidos inteligentemente para dignificar el estilo de vida de las personas que allí están bajo su protección como casa abrigo.
Las tiendas, empresas y particulares contribuyeron con los premios que recayeron no solamente en quienes ganaron las quince apuestas que se hicieron, sino quienes sacaron la pestañita ganadora del ticket de entrada, los cuales consistieron desde un electrodoméstico hasta un viaje en la playa, acotó.
El bingo se ganaba si el cartón se llenaba en línea, horizontal, vertical o cruz grande.
También se hizo el bingo especial a cartón lleno con dos jugadas cuyos premios oscilaron entre los diez mil bolívares, precisó.
Alabó el gran apoyo de un grupo de voluntarios constituido por cien personas quienes se dedicaron a la atención del público asistente, el cual fue masivo, y de los jugadores en las mesas.
Significó que la respuesta de la gente que asistió al bingo respalda al Pequeño Cottolengo, conscientes del buen trato que en la institución brindan a las personas con discapacidad, ya que son muy importantes para la sociedad y hay que tomarlos en cuenta con amor, respeto y cariño.
Adelantó que la meta de recaudación en este Bingo de la Caridad es de cien mil bolívares, los cuales ayudarían a cubrir los gastos mensuales, ya que los mismos superan los seiscientos mil bolívares en el mes, incluyendo los ciento sesenta de la nómina, y no cuentan con ese recurso de manera permanente.
En tal sentido, esgrimió que durante el año deben realizar diversas actividades, fuera de este bingo, para poder conseguir dinero, al que suman muchas personas.
Respecto a si en el Pequeño Cottolengo hay posibilidades de albergar a más de 128 personas, número con el que cuentan actualmente, respondió que no por los momentos motivado al costo que ello representa, al menos que la incorporación de otro nuevo sea a consecuencia del fallecimiento de uno de los que ya están.
No obstante, mostró orgullo al decir que “a Dios gracias les estamos dignificando el estilo de vida adulta a las 128 personas que tenemos con nosotros”.
Explicó que estos seres especiales están distribuidos en siete residencias, los 88 varones, y en cuatro para las 40 hembras, adjudicados de acuerdo al nivel de independencia que ellos posean.