En un cierre de competencia desarrollado a ritmo elevado, el corredor Anderson Paredes, carta crédito de la escuela de ciclismo Kino Táchira, respondió con contundencia a cada uno de los ataques lanzados por sus rivales directos en la quinta y última etapa de la Vuelta a Yacambú (juvenil), un circuito de 56 kilómetros en Quíbor y ganado por el barquisimetano Jean López, para sostener el liderato en el casillero general y convertirse en el nuevo campeón de la tradicional prueba local, que llegó a 45 ediciones.
Paredes, de 18 años, fue atacado por el merideño Wilson Pereira, segundo a poco menos de medio minuto, y por el larense Carlos “Rujanito” Giménez, pero se pegó a rueda, ayudado por sus gregarios del equipo tachirense, y mantuvo la diferencia sobre sus oponentes hasta cruzar la línea final. Eso sí, el oriundo de Puerto Ayacucho (Amazonas) y corre por Lotería desde hace dos años, llegó exhausto a la raya de sentencia, casi sin aliento, evidencia del enorme esfuerzo realizado.
“Fue durísimo, nos atacaron desde el principio. Primero saltó el merideño, a quien teníamos que vigilar por ser el más cercano en la general, y después fueron los de Lara. Por fortuna, el equipo respondió bien, me ayudó a controlar y terminamos con esta gran victoria, que me deja una gran satisfacción”, indicó el prometedor ciclista, que cerró la competencia con tiempo global de 12 horas, 30 minutos y 44 segundos.
Bien temprano en la carrera, cuando apenas transcurría la segunda de las veinte circunvalaciones pautadas en un trazado de 2.8 kilómetros en Quíbor, el merideño Pereira pegó un “arranconazo” para tomar una diferencia de unos 15 segundos sobre el pelotón y tenía la intención de ganar el primer esprin de la fecha, que era bonificable, y descontar algunos segundos, pero fue capturado de inmediato y llevado al corazón del gran paquete.
Después lo intentó Robert Sierra, otro larense que tenía la misión de mermar las fuerzas loteras, pero tampoco dio al traste con el objetivo y se esfumaron las posibilidades de título, más allá de que “Rujanito” Giménez buscó despegarse en una tres ocasiones, aunque sin mayor suerte, porque no rinde tanto en el plano como la montaña, además de que estuvo siempre marcado por Paredes.
Entonces surgió la opción de enviar a Jean López a la fuga para buscar la victoria, porque el liderato y la corona ya estaba en manos de Paredes, un gran corredor que mostró muchas cualidades para defenderse en los dos últimos días. De esa manera, Lara, con la victoria de López, puso un cierre honroso a la carrera, aunque con el mal sabor de haber perdido por un desatino estratégico.