Convivencia democrática (II)

Hemos vivido, pero poco hemos asimilado. “El 18 de Octubre de 1945, en suma, fue una revolución, pero una revolución democrática, con los riesgos y connotaciones que esto implicaba. Afectó todopoderosos intereses creados, institucionalizó los cambios, democratizó el Estado, rescató el petróleo para la Nación, repartió tierra a los campesinos, desplazó de la escena a quienes controlaban el poder desde los tiempos de Cipriano Castro y de Juan V. Gómez, la política dejó de ser coto de caza de viejas élites, postuló una política exterior cónsona con los grandes cambios nacionales e internacionales, eligió como presidente a un gran escritor, a un maestro, Don Rómulo Gallegos, y, ante todo y sobre todo, los venezolanos ejercieron la soberanía popular por primera vez en la historia” (Simón Alberto Monsalve, La Revolución de Octubre).
En las democracias modernas, y en los regímenes de tipo presidencial, como el nuestro, la responsabilidad del gobierno no existe ni puede ser organizada ni practicada sino mediante el control de sus actos por un Congreso o Asamblea Nacional independiente de los cuadros de la administración pública. Todas las Constituciones democráticas del mundo, establecen que no es responsable el gobierno que no tiene ante sí, una o varias asambleas representativas no ligadas a él por nexos jerárquicos y disciplinarios.
Recordemos que actualmente tenemos una representación en la AN anómala, ya que a pesar de haber obtenido la mayoría de votos la oposición democrática, tiene menor representación en la bancada de diputados, gracias a una maniobra política, difícil de creer, pero aceptada previamente tanto por el oficialismo y oposición. Sin embargo la bancada oficialista no tiene la mayoría absoluta, lo cual es indispensable para nombrar cargos tan importantes como: tres Rectores del CNE que tienen vencido sus períodos y pretenden dirigir nuevas elecciones municipales, el Contralor General de la Nación, El Procurador, varios jueces del TSJ, así como diferentes cargos de representación diplomática, ascensos militares y otros.
Por otra parte hay una expresión anti constitucional, que ha dado píe a una corrupción desenfrenada, a una inercia administrativa, a una marcada ineptitud en la gestión de un presidente usurpador, que se jacta de haber trampeado, por sentirse fuerte y apoyado de la alta jerarquía militar, del G2 y de la tiranía Castro comunista. Pareciera que nos hubiésemos montado en la máquina del tiempo, y retrocediéramos a las etapas de los gobiernos antipopulares, urgidos para mantenerse en el poder, y de soporte incondicional de las camarillas y nuevas oligarquías, hoy todas relacionadas al narco tráfico y lavado de dólares.
Maduro se ha convertido en el vengador errante, de aquellos funestos años precedentes al 18 de Octubre cuando el gobierno del general Medina Angarita declaró traidores a la patria a los comunistas y anarquistas y contrarías a la independencia y a la paz de la nación. Será por ello su empeño en declarar a los Universitarios que se oponen a éste su nefasto y exterminador régimen, que nuestras acciones están encaminadas a subvertir el orden social o político, y esté pensando en expulsarnos del país a todos los intelectuales. Atentos a la amenaza de cerrar las Universidades Nacionales. ! Adelante Fapuv!