En el centro de la ciudad, la movilidad urbana ha sido truncada en consecuencia a escasos planes de vialidad y creación de estacionamientos que permitan el libre tránsito del parque automotor.
En ese sentido, se puede visualizar cómo en la avenida 20 y sus alrededores, cientos de vehículos yacen estacionados en lugares con rayado amarillo, color que indica la prohibición del aparcamiento.
Según expertos, la consecuencia principal de esta situación, es motivada por existencia de pocos estacionamientos en un lugar altamente demandado por la población para realizar sus diligencias diarias.
Es por ello, que la sociedad larense tiene como último recurso aparcar en un lugar indebido a fin de realizar sus ocupaciones de manera pronta, efectiva y que genere la menor cantidad de tiempo posible.
Al pulsar la opinión del ciudadano, José Luis Oviedo, quien justamente estaba estacionado en rayado amarillo, manifestó que el centro de la ciudad es un territorio de caos durante el día.
“Faltan estacionamientos en la ciudad, no hubo una planificación adecuada para contener la crecida del tránsito automotor. Creo que es esencial rediseñar nuevos espacios para el aparcamiento de vehículos”.
Asimismo, denunció la actitud de algunos funcionarios policiales que se mantienen en la zona.
“Permanezco dentro de mi vehículo porque puede venir un policía municipal a remolcar mi vehículo. Ellos están haciendo un negocio en estos lugares al sancionar a cualquier conductor, donde aprovechan la situación para pedir dinero a fin de absolver la multa”.
Entre tanto, Oswaldo García expresó su disconformidad por las obras de Transbarca a lo largo de la avenida 20. Consideró que el proyecto aumentará el congestionamiento vehicular que se genera en la zona.
“De paso que no tenemos estacionamientos, nos colocan el sistema de transporte masivo. Es un espacio reducido donde van a confluir en algunos puntos el tránsito automotor, buses y transeúntes”.
Por otra parte, trabajadores de Transbarca informaron que los ciudadanos deben retomar la cultura de transitar por las aceras, a fin de no perjudicar el desenvolvimiento del sistema.