Para sondear la escasez de productos de aseo personal de primera necesidad, ayer un equipo de EL IMPULSO se dirigió al centro de Barquisimeto para visitar varios establecimientos comerciales, para evaluar la situación en este rubro.
Al respecto, Enibett García, promotora de cosméticos naturales en una conocida perfumería en el bulevar de la 20, señaló: “La gente busca mucho jabón suave para la cara y papel higiénico, el cual no se encuentra en ninguna parte, pues sólo llega en ciertos días. El shampú, el jabón, la colonia y el aceite para bebé, así como los pañales, también están escaseando bastante. En el caso de los productos femeninos, la toallas sanitarias y el gel íntimo de baño igualmente son difíciles de conseguir, entre otros productos de aseo personal tanto para mujeres, como para hombres”.
La vendedora destacó que cada vez es más común que los compradores pregunten por un creciente número de productos de ciudad personal, ante el hecho de que muchas marcas conocidas y bien establecidas, han dejado de sacar varias líneas de productos. “Incluso una famosa marca de cosméticos se ha ido del país”, acotó, haciendo notar que el número de promotores que anteriormente estaban asociados a muchas de las marcas tradicionales, se ha reducido considerablemente también como consecuencia de la escasez.
Consultada sobre los posibles sustitutos que estarían adquiriendo los consumidores para intentar hacer frente a la constante falta de productos, García comentó que es difícil que surja una preferencia por productos alternativos, pues una de las principales características de los consumidores venezolanos es que se guían por las marcas, por lo que suelen quedarse con aquellas que han conocido durante toda su vida. “Algunos productos de ciertas marcas poseen características específicas para el disfrute del consumidor, lo que los hace muy difíciles de sustituir con un otro producto que no tiene las mismas cualidades”, aseveró.
También destacó que durante los últimos tres meses la escasez se ha agravado, por lo que algunos productos que ya ni siquiera se consiguen en las bodegas, las pocas veces que aparecen, tienen sobreprecio. “Los venden hasta por el triple de su valor, a pesar de que están regulados por ley”, dijo, recordando que en farmacias y perfumerías sí se cumple la regulación y no se suben los precios sin control, ni previsión.