Para indagar sobre los esfuerzos que hace la población para rendir la quincena ante los precios cada vez más altos de los alimentos, se realizó ayer una visita al emblemático mercado Terepaima, en el centro de la capital larense.
Allí fue posible conversar con diversos compradores que coincidieron en que se está haciendo más cuesta arribar alimentar al núcleo familiar, pues se hace necesario reducir poco a poco las porciones de las comidas que se preparan en casa y, en ciertos casos, se busca sustituir los productos más costosos, por alternativas más económicas, a fin de sacar el mayor provecho posible de los ingresos. Algunos de los consumidores llegaron incluso a afirmar que en los últimos tres meses, han llegado a perder el 50% de su poder adquisitivo para hacer mercado.
“Vengo de Portuguesa para comprar en Barquisimeto, pero veo los precios un poco alterados, es decir, muy altos. De hecho aquí es más caro que en Portuguesa. En el caso de la carne, por ejemplo, me he visto obligado a eliminar varios cortes, mientras que un pollo vale 100 bolívares. Lo poco que puedo comprar lo comparto con mi familia, pero mensualmente sólo llego a gastar como 900 bolívares en mí”, manifestó Juan Perdono.
Por su parte, Zuleika Santeliz, confesó que ya son tantos los gastos, que se hace difícil poder llevar una cuenta precisa de lo que se invierte al hacer mercado. “Hay productos que no se consiguen, y hay otros como la leche para los muchachos que es difícil de sustituir. En mi familia somos seis personas, y actualmente debo comprar alimentos a diario, porque hay que reponer las cosas lo más rápido posible, y también porque es la única alternativa ante la escasez y la constante subida de precios. Por supuesto que ahora compro menos alimentos en comparación a hace tres meses”, expresó.
Otra consumidora, Marbella Sánchez, quien también compraba carne en el Terepaima, explicó que debía alimentar a tres familiares, y que su frecuencia de compra en los mercados populares era semanal, hábito que no había cambiado, a pesar del alza de los precios, aunque admitió que estaba reduciendo las porciones de comida en su hogar. “He estado comprando más pollo, para sustituir parte del consumo de carne, debido a que sigue siendo más barato. Sin embargo, todavía gasto hasta tres mil bolívares mensuales en carne, mientras que el mercado completo para toda la familia llega a costar siete mil bolívares en un mes”.
Por último, un padre de familia que también aprovechaba, junto a su esposa, de abastecerse en el conocido mercado, expresó: “Los alimentos están demasiado caros. Uno tiene que hacer proezas para poder comprar la comida. A veces he tenido que buscar opciones más económicas. Por ejemplo, en ocasiones he adquirido pajarilla, en lugar de carne. Es similar al hígado, pero más barata. En mi caso debo proveer para mis cuatro hijos y mi esposa, pero a veces también debo incluir a mi madre. Considero que en los últimos tres meses, mi capacidad de compra, en el caso específico de los alimentos, se ha reducido en un 50 por ciento aproximadamente. La situación no es fácil”.
El entrevistado también indicó que actualmente gasta un promedio de hasta seis mil bolívares mensuales en mercado de alimentos solamente, aunque aclaró que ese presupuesto corresponde sólo a los productos de primera necesidad. “No compro nada de lujo, ni mermelada, ni queso crema”, acotó, añadiendo que en lo referente al rubro alimenticio, los productos no están realmente tan escasos como los de aseo personal. “El papel higiénico sí escasea mucho, por ejemplo”, destacó, puntualizando que el problema principal es una combinación de los altos precios de los alimentos y el muy bajo poder adquisitivo. “Entre semana trabajo en una universidad, y los fines de semana debo rebuscarme conduciendo una rapidito para poder costear el mercado mensual”, dijo.