Los alumnos crearon una señal alternativa para el equipo de navegación sin encender ningún tipo de alarma. Su objetivo era advertir la vulnerabilidad de estos dispositivos.
Un grupo de estudiantes de la Universidad de Texas presentó esta semana un estudio poco convencional sobre los conocidos mecanismos de navegación para medios de transporte. Una investigación que buscaba revelar la vulnerabilidad de equipos como los GPS por medio de una tarea en específico, lograr desviar el rumbo de un yate a través de señales intervenidas e información falsa.
Los estudiantes imitaron las señales de los equipos de geolocalización de la nave, de 80 millones de dólares, para que pudiera cambiar su rumbo según los datos falsos que le entregaran. Y lo lograron. El yate efectivamente pudo captar esta información, y la utilizó como punto de triangulación sin encender ninguna alarma o avisar sobre su cambio de camino en ningún minuto.
Este tipo de prácticas de intervención tendría especial peligro para las exportaciones de mercancías, dado que en un 90% se mueven por medio del mar, señaló Todd Humphreys, el líder del proyecto y profesor del Departamento de Ingeniería Aeroespacial e Ingeniería Mecánica de la Universidad.
Según los autores de este experimento, otros de los peligros de esta técnica es que también sería aplicable a otros vehículos semiautónomos como los aviones. En base a esto el grupo ha comenzado una investigación más exhaustiva, para encontrar nuevas vulnerabilidades en el sistema y así evitar accidentes a largo plazo.
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