El gobierno venezolano y la oposición convocaron a sus seguidores a marchas simultáneas este sábado en distintos sectores de Caracas en contra de la corrupción, su nuevo pulso político, anunciaron los líderes.
«Los patriotas marcharemos el día sábado a las 10 am desde la Plaza Venezuela (oeste) hasta la Asamblea Nacional (centro) en apoyo al combate contra la corrupción», escribió el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, en su cuenta de Twitter.
«La oposición marchará para apoyar la corrupción; los chavistas lo haremos para luchar contra ella», agregó Cabello,considerado el número dos del gobierno de Nicolás Maduro.
Dirigentes opositores llamaron a una concentración desde el elevado de Los Ruices hasta Chacaíto (en el este de Caracas), por lo que no coincidirían ambas manifestaciones.
El líder opositor Henrique Capriles había llamado inicialmente a una concentración para el sábado solo en Caracas, pero amplió la convocatoria a otras regiones del país.
«La concentración del sábado va! Está prevista en varios estados! Vamos a informar en las próximas horas!», dijo Capriles la noche del miércoles en su cuenta de Twitter.
La marcha opositora protestará porque la mayoría oficialista del Parlamento retiró, según Capriles por «persecución política», la inmunidad del diputado opositor, Richard Mardo, acusado por el gobierno de presunta defraudación tributaria y blanqueo de capitales.
La última marcha de la oposición se dio a finales de junio, cuando estudiantes y profesores universitarios exigieron mejoras salariales. En esa ocasión, también el gobierno convocó una manifestación en apoyo a las políticas educativas. Ambas transcurrieron sin incidentes.
El 15 de abril, tras la elección presidencial -que perdió Capriles por 1,49 puntos porcentuales-, seguidores de la oposición salieron a las calles exigiendo el recuento de los votos. Las protestas callejeras dejaron 11 muertos, de los que el gobierno responsabiliza a Capriles.
Maduro dice librar una lucha anticorrupción de «mano dura», por igual contra chavistas y opositores, a los que llama «derecha corrupta»; pero la oposición considera que se trata de maniobras para cercarla y aniquilarla.