El corredor Miguel Ubeto recibió el máximo castigo de la Unión Ciclista Internacional (UCI) y fue suspendido por dos años, tras arrojar positivo en un control antidopaje luego de arribar a Italia, proveniente de Venezuela, para encarar la temporada del ciclismo europeo de la mano del Lampre Mérida, con el que firmó en 2012.
El producto usado por el caraqueño es GW1516, pero el corredor aclaró que lo tomó como parte de un tratamiento médico tras someterse a una operación de clavícula, producto de una caída en la Vuelta al Táchira.
El ciclista envió el informe del médico que le sugirió el consumo de la referida sustancia, con la esperanza de recibir una sanción menos dura, pero la UCI desestimó su defensa y lo sacó de competencias por dos años, un duro golpe a sus 36 años y cuando cumplía el sueño de correr con un equipo de máximo nivel.
Ubeto indicó que planea apelar la decisión el próximo año, mientras que agregó que no tiene intenciones de retirarse, porque “no me pudo ir por la puerta de atrás”.
La semana anterior, Ubeto estuvo en Barquisimeto con la caravana de la Vuelta a Venezuela y aseguró que “no soy un loco, no me voy a dopar después de 17 años de carrera”, punto que utilizó como defensa para indicar que no tenía voluntad de cometer trampa.