Con llegadas montañosas en Sanare y Cubiro, la edición 45 de la Vuelta a Yacambú, que comienza este miércoles con un pelotón de más de 90 corredores en liza, promete ser una fiesta de escaladores y tiene en el quiboreño Carlos Giménez su invitado principal, al ser un escalador destacado y que surge como la gran esperanza local para cargar con el tofeo de campeón.
La tradicional carrera, que en esta ocasión se realiza en la categoría juvenil, comprende un total de cinco etapas, con una gruesa cuota de montaña que marcará diferencias en la batalla por la corona.
La primera jornada (desde las dos de la tarde) ofrece un circuito de 77 kilómetros en Quíbor, que enciende la luz verde para los corredores rápidos del llamado gusano multicolor, pero las porciones claves están marcadas para las jornadas dos y cuatro, cuando se llega en alto y toman la responsabilidad los escaladores.
Giménez, a quien apodan “Rujanito” por su parecido con el ciclista de Santa Cruz de Mora y su capacidad para devorar kilómetros, con ritmo acelerado, en carreteras inclinadas, acapara el favoritismo y tiene como aval el hecho de haber sido el mejor criollo en la edición 2013 de la Vuelta de La Juventud, disputada en el mes de julio en suelo tachirense y en la que le dio batalla a los colombianos Aldemar Reyes y Yors Santofimio, ocupantes de las dos primeras plazas.
En esta ocasión, el ídolo naciente de Quíbor no tiene por delante a los escarabajos, aunque debe hacerle frente a duros rivales como el tachirense Anderson Paredes, jefe de filas de Lotería del Táchira y que viene al giro local con la firme intención de discutirle el título.
En la nómina larense también aparecen Leonardo Torres y Robert Sierra, que de igual forma mueven relaciones pesadas en la trepada y surgen como principales guardaespaldas de “Rujanito”.