“Lo estábamos esperando. Queríamos hablar con él pero no quiso”.
Así lo afirmó “El Varón”, como se le conoce al líder y vocero de los detenidos de los diferentes calabozos de la comandacia general de Polilara, conocida como la 30.
“Es una huelga pacífica, de sangre, porque el gobernador no nos atendió. No vamos a agredir a los funcionarios ni a nadie”, dijo el hombre, vía telefónica a EL IMPULSO. El privado de libertad, quien al principio tenía voz agitada y al fondo se escuchaban los gritos de sus compañeros, informó que estaban enardecidos. “No somos políticos, queremos ser escuchados. Hay muchos cortados. Aquí todo está normal, no nos han golpeado”, informó aproximadamente a las 1:00 del mediodía, 25 minutos después de iniciar la protesta.
Al rato comenzaron a sacar a los primeros lesionados de la tarde. Fueron llevados al Hospital Central Antonio María Pineda y en el momento en el que los medios de comunicación se trasladaron hasta el centro asistencial, familiares de los detenidos tuvieron que vivir la lastimosa situación de observar cómo maltrataban a los suyos.
“Les cayeron a palo limpio. Les metieron perdigones y luego los funcionarios se burlaban como si se tratara de unos perros”, explicó Carmen Crespo, una de las parientes, quien aseguró que se “afincaron con Yonathan, el esposo de Clara, nuestra vocera”.
En total fueron 71 hombres heridos durante la jornada de ayer, todos con armas blancas tanto en los miembros inferiores como superiores.
“Quiso hacer una gracia”
A las 9:30 de la mañana llegaron al Hcamp los primero detenidos cortados del día. Manifestaban: “Queremos calle, las conyugales y traslados”. Esas han sido las reiteradas peticiones que han realizado los reos en sus últimas manifestaciones.
Una hora más tarde estaba pautada la visita del gobernador Henri Falcón a los calabozos de la 30. A la sede llegaron camiones con colchones, clínicas médicas y atenciones sociales. 60 minutos después, aproximadamente, hizo presencia el gobernador, quien realizó un pequeño recorrido por la comadancia, inició la rueda de prensa y mientras declaraba, en las afueras, los familiares de los privados de libertad pedían ser atendidos.
“El gobernador hizo caso omiso. Quiso hacer una gracia pero le salió el tiro por la culata”, comentó Clara González, vocera del comité de defensa de los detenidos y derechos humanos. “Fue incapaz de montarse en la garita para hablar con los voceros que no le iban a hacer nada, sólo querían dialogar por el mal estado en el que están viviendo. Ahora harán huelga de sangre”.
Otra de las mujeres que se encontraban en la sede de la comadancia general enfatizaba en que “vino a alborotar todo, tenía que dar la cara. Los muchachos no quieren colchones, esto no se arregla así. Los varones eran los que hablarían y se quedaron esperando, porque la población hace lo que ellos digan”.
A las 12:35 del mediodía empezaron a escucharse los gritos que provenían desde adentro de los calabozos; sonaban las rejas e iniciaba el desespero por parte de los familiares. Madres, esposas, hijas, entre otros, lloraban sin saber lo que pasaba. Estaban asustadas, pedían que no entrara el grupo anti motín para que no los maltratara, pedían piedad a Dios e incluso, una de ellas se desmayó.
El gobernador fue advertido
En sus declaraciones, Henri Falcón recordó que tienen 251 personas detenidas, 39 de ellas penadas. “El hacinamiento es crítico, lo que genera peligrosidad y caos. Este recinto fue construido para tener máximo a 100 personas recluidas en un lapso muy corto, no más de 48 horas, como lo indica el instructivo del ministerio correspondiente”.
En total mantienen en las diversas comisarías a 711 privados de libertad, para lo que 600 funcionarios deben dejar de hacer su trabajo operativo en la calle para resguardarlos. “Pudiéramos decir que en las condiciones en que están estas personas no hay garantía a los derechos humanos, como lo dice la Constitución. Estos señores y señoras deben tener derecho a la educación, el deporte, formarse para una actividad que al cumplimiento de la pena, se reinserten a la sociedad”.
El mandatario regional dijo que el problema de hacinamiento es competencia del Ministerio de Asuntos Penitenciarios. “Los traslados deben hacerse de manera rutinaria. El retardo procesal hace que haya más hacinamiento”. En cuanto a las peticiones de los reos, dijo que no hay espacio para visitas conyugales. “Hay personas que tienen aquí dos años pero bajo orden del tribunal, por lo que sigo alertando y exhortando al gobierno nacional y en especial a la ministro, no es la primera vez que tenemos un motín. Esto no es un centro penitenciario”.
Aseguró que el reclamo de los familiares es legítimo por cuanto a su juicio, debe haber una administración justicia que actúe con celeridad para que sean trasladados y se les garantice el derecho.
Quien suscribe la nota, le alertó al mandatario regional de informaciones que había recibido, que de él no atender a los detenidos iniciarían la huelga de sangre, a lo que respondió: “Eso lo estás diciendo tú. No sé, lo estás diciendo tú. No sé de dónde lo sacas pero en todo caso lo que estamos haciendo es un beneficio a todos los privados de libertad de las diferentes comandancias”.
“La ministra resolverá”
La representante del Comité de Defensa de los detenidos y Derechos Humanos, Clara González, aseveró que el gobernador Falcón fue hasta la comandancia por el reto que le había puesto la ministra Iris Varela. “¿Como en los dos años anteriores no había traído las colchonetas?”, se preguntó la dama.
“Sólo los comisarios Ubaldo y Vera Berrío nos han atendido en todas estas oportunidades porque ni Luis Rodríguez ni el gobernador han dado la cara”. Explicó las condiciones en las que viven sus allegados, pues según ella, los tanques en donde se bañan tienen “nata verde”.
“La ministra nos resolverá el problema. El gobernador tiene la potestad de atenderlos dignamente (…) si hay retardo procesal es porque no hay patrullas para llevarlos”.
A González se le consultó si deseaban que a los detenidos que estaban penados los llevaran a centros penitenciarios, a lo que aseguró que no. “Queremos que se queden aquí pero en buenas condiciones. Iris (Varela) nos ayudará en la parte jurídica”.
Minutos después, cuando los familiares se encontraban en medio de la calle y reteniendo una camioneta dependiente de la gobernación, el director de Polilara, Luis Rodríguez se acercó para conversar, sin embargo ellos lo rechazaron y pedían hablar con el mandatario regional.
Cabe resaltar que al momento de los llamados “polipresos” se encontraban al borde de la cerca perimetral de la comandancia, hablando con algunos familiares. No estaban esposados y andaban tranquilamente, “porque ellos sí gozan de todos los beneficios, pero son más delincuentes que nuestros allegados, porque cuando cometieron sus delito tenían puesto el uniforme azul”.
Se fugaron 6 de Quíbor
Por otra parte se tuvo conocimiento que seis de los 37 detenidos que permanecen privados de libertad, en un calabozo del Centro de Coordinación Policial de Quíbor, tumbaron una reja en horas de la madrugada de ayer y lograron darse a la fuga. Al momento de percatarse los funcionarios, evitaron una fuga masiva.