Reflexión – La lactancia materna

Dedicado especialmente a mi querida nuera Oneisy Lesser de Amaro, quien está amamantando.
Hay acontecimientos que se suceden una y otra vez en el mundo que  nos indican el derrotero que lleva la humanidad. Nos muestran de manera inequívoca el destino de la efímera vida en este miserable planeta. Indican, indefectiblemente, que la venida de nuestro Dios está más cerca, y el cristiano ensimismado, distraído en nimiedades, lleno de “aspiraciones”,  no predica con verdadero interés y sinceridad su inminente venida. Estos eventos son de distintos tipos. Hoy, vamos  tratar  uno  muy peculiar. Y si el lector agudiza su intelecto,  el Espíritu Santo lo va a llevar a comprenderlo cabalmente.
Para aquellos quienes exaltan y afirman que hay países  que son el “sueño” del gobierno que Dios quiere para los seres humanos en la tierra, déjenme decirles que están perdidamente equivocados. Aunque Dios está en absoluto control de los acontecimientos que se suceden en el universo, por lo cual, el destino de Satanás está decidido,  la Tierra es el lugar donde el príncipe del mal plantó su bandera. Por ello, es imposible vislumbrar algo que se parezca al ideal de Dios como forma de gobierno para los seres humanos.
Hay quienes colocan como modelo de Dios para que el hombre viva, algunos países.  El ranking Work-Life Balance, realizado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), puso a Dinamarca al frente de la lista como el mejor país para vivir y trabajar. Con un ingreso per cápita de US$ 38.900, una tasa de crecimiento en torno al 1,5% y una economía basada en la exportación de alimentos y generación de energías renovables, es una de las preferidas. Y, por su cultura y diseño arquitectónico, es la mejor ciudad para vivir, según la revista británica Monocles.
Ahora, imaginen Uds. este modelo de sociedad “divina”, donde un grupo numeroso e importante de la sociedad, considera que el amamantamiento de un bebé en público “apesta”. Quienes, con una evidente doble moral, rechazan un acto establecido bíblicamente por el mismo Dios. Comparan, el amamantar de un bebé como “con ir al inodoro mientras se come». Gracias a Dios la ciencia fortalece el milagro de la lactancia materna y las organizaciones mundiales colaboran.  Está comprobado, que la malnutrición es responsable de un tercio de las 8,8 millones de muertes anuales de menores de cinco años en el mundo. Muchos de esos niños no fueron alimentados con leche materna al nacer, eso los hace más propensos a enfermedades. La lactancia es la forma más segura, barata y nutritiva para alimentar a los niños. El 35% de las mujeres deja de amamantar cuando los hijos cumplen seis meses y muchas lo dejan de hacer a las pocas semanas de nacer sus hijos.
La OMS declaró. «La lactancia materna es segura, les proporciona al niño, los nutrientes que necesitan para su desarrollo saludable y contiene anticuerpos que protegen a los pequeños de las enfermedades típicas de la infancia». Dijo también, que 1,5 millones de menores se salvarían si sus madres los amamantaran exclusivamente con leche materna durante los seis primeros meses y lo siguieran haciendo en forma intermitente hasta los dos años. Acotaron, que 186 millones de los menores de cinco años en el mundo tiene retraso del crecimiento y 115 millones tiene bajo peso para su estatura por culpa de una nutrición deficiente y por infecciones repetidas (43 millones tienen sobrepeso). Sólo un tercio de los menores, entre 6 y 23 meses cumplen con los criterios de diversidad de dieta y una frecuencia apropiada en las comidas. ¿Qué tal?
Definitivamente, afirmar que en este mundo tenemos modelos a imitar que presentan la forma como Dios va a establecer su gobierno y su estado divino, es absurdo. El mismo Dios lo aclara en su palabra. «Porque yo crearé un nuevo cielo y una nueva tierra, y de lo primero no habrá más memoria, ni más vendrá al pensamiento” Isa.65:17. Y más adelante señala una de las características que va a tener ese gobierno o sociedad que promete para los fieles.“ Y nunca más se oirá en ella voz de llanto, ni voz de lamento” «El lobo y el cordero pacerán juntos. El león comerá paja como el buey, y el polvo será el alimento de la serpiente. No afligirán, ni harán mal en todo mi santo monte» —dice el Eterno” Vers. 19-25. !Ciertamente es para reflexionar! !Nos encontramos el martes que viene, con el permiso de Dios! “La Biblia es la revelación más pura de que Dios existe” Emmanuel Kant. Filósofo alemán
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