Para abordar la ansiedad podemos hacerlo desde varios frentes, utilizando la meditación, la respiración profunda, aprendiendo a dirigir nuestra atención al presente, con una alimentación sin restricciones, y practicando ejercicio de manera placentera. En este artículo explicaremos cómo el ejercicio te ayuda a disminuir la ansiedad.
El ejercicio puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad, ya que puede:
– Mejorar nuestro estado de ánimo, ya que segregamos endorfinas, una substancia que nos hace sentir bien.
– Reduce las tensiones, al liberar tensión muscular.
– Mejora la autoestima.
– Se duerme mejor.
– Oxigenamos mejor nuestro organismo.
El ejercicio físico estimula la glándula pituitaria, para la producción de endorfinas. Las endorfinas son hormonas vinculadas a funciones de neurotransmisión, implicadas en la regulación del dolor y la sensación de bienestar. La estimulación natural de este sistema mediante el ejercicio físico puede provocar analgesia (menor sensación de dolor) y mejorar el estado de ánimo por sus efectos euforizantes y relajantes. Por este motivo, se aconseja, también, practicar ejercicio físico a las personas que padezcan enfermedades que cursen con dolor: artritis, fibromialgia, etc.
Las encuestas dicen que las personas que hacen ejercicio tienen menores índices de ansiedad en comparación con los que viven de manera sedentarios.
De hecho realizar ejercicio tiene la capacidad de prevenir los síntomas de ansiedad.
Hacer ejercicio mejora la confianza en nosotros mismos, nos sentiremos bien por lo que hemos conseguido, y al ver cómo nos sentimos en relación a nuestro cuerpo.
El ejercicio cambia nuestro estado de ánimo, alejándonos de las preocupaciones, y dándonos un descanso en el que reorientarnos.
Es importante realizar un tipo de ejercicio con el que disfrutemos, de esta manera nuestra motivación será más elevada y seremos más propensos a seguir con constancia nuestra práctica.
Se recomiendan sesiones de 30-40 minutos de ejercicios de 4 a 6 veces por semana.