El pasado mes de mayo, las autoridades municipales informaban sobre un nuevo plan de seguridad tanto en el bulevar de la avenida 20 como en las calles aledañas, para evitar que el comercio informal tomara nuevamente los espacios. Dos meses han pasado y la acción parece ser nula.
En un recorrido por el centro de la ciudad se puede observar como los vendedores ambulantes y buhoneros comienzan a ganar terreno, tanto en la Avenida 20 como en las transversales, a ello se suma el tráfico ocasionado por el transporte público, particulares y la línea Transbarca, además de los conductores que sin respetar las ordenanzas, estacionan sus vehículos en áreas prohibidas y hasta en la calle que desde hace cuatro años debía ser únicamente peatonal.
El fin de semana, gran cantidad de comerciantes informales tomó las cuadras del bulevar para exhibir sus mercancías de la temporada, ropa, enseres y demás productos, muchos saben que su práctica no es legal, pero buscan con ello el sustento para sus hogares.
“Nos mantenemos en esta zona porque es donde se vende, sabemos que no podemos estar instalados permanentemente pero es preferible trabajar honestamente vendiendo nuestra mercancía que robando para poder llevar la comida a nuestras casas”, comentó Elvia Marcano, comerciante de la 20.
Asimismo, los funcionarios del Plan 20 se mantenían ejerciendo sus funciones. Varios fueron los conductores multados por dejar estacionados sus vehículos en pleno paso de la línea Transbarca.
“Aún los conductores hace caso omiso a la normativa. Se empeñan el circular por esta calle y a dejar sus vehículos mal estacionados. Nos vemos obligados a colocar las multas correspondientes y en ocasiones remolcar los carros. Se molestan pero es la ley y deben cumplirla”, resaltó uno de los funcionarios policiales.
Inconclusos
También, muchos de los trabajos del bulevar quedaron inconclusos. La mayoría de ellos corresponden a la vialidad de la zona. Huecos, aceras no terminadas, filtraciones y basura, son parte de los obstáculos que deben sortear los transeúntes en su paso por el centro de la ciudad.
“La idea de un espacio peatonal para hacer las compras fue buena, pero no estuvo bien planificada. El tráfico en días de semana es insoportable y muchas de las vías no están terminadas. Nos vemos obligados a caminar por en medio de la calle y estar pendientes de que cuando venga el autobús debemos retirarnos”, comentó Nelly Fonseca, quien transitaba por la 20.
Aún las paradas del sistema de transporte masivo no han sido concluidas, por ello el autobús se detiene donde consiga espacio para dejar subir a los pasajeros.
Es necesario que la ciudadanía tome conciencia y ponga de su parte para que la anarquía del centro se acabe. El respeto de las normas y leyes es fundamental, tanto para los conductores como para los peatones.