¿Que es el hambre emocional?
Si sientes hambre emocional, normalmente tendrás ansias de comer cosas no muy saludables, aunque sí apetecibles (pizza, chocolate…), en esos momentos andamos con ese ansia entre ceja y ceja, es como si nos viéramos obligados a ir y comerlo, como si alguien nos manejara como una marioneta.
Primer paso para liberarse del hambre emocional
Para empezar a manejar esta situación, y que ella no te maneje a ti, no lo pienses, ENTRA EN ACCIÓN, y ponte a realizar otra actividad como salir a caminar o ducharte o limpiar la casa con energía, o escuchar tus canciones preferidas; de esta manera estás cambiando tu foco de atención, que rápidamente se desplazará hacia la nueva actividad, y notarás que la ansiedad alimentaria antojosa desaparece a los 5-10 minutos.
¿Cómo lo hago?
Es altamente recomendable que pienses en todas esas cosas que te gustaría hacer, y que te hacen sentir bien (bailar, meditar, leer, llamar a un amigo…), y luego escribe una lista de las alternativas/hobbies posibles: “tus antídotos adelgazantes” (adelgazas porque no comes sin sentido).
Ten tu lista a mano, incluso imagínate como si fuera una película, realizando tus nuevas opciones, de esta manera si te sorprende el ansia, tendrás tu antídoto a mano.
A veces comer emocionalmente se asocia a acontecimientos vitales importantes, como una muerte o un divorcio. Pero más a menudo son los innumerables y pequeños estreses cotidianos los que hacen que las personas busquen consuelo o distracción en la comida.
Los patrones de comer emocionalmente se pueden aprender: un niño a quien siempre se le da un dulce tras un logro importante puede crecer utilizando los dulces como recompensa por el trabajo bien hecho. Un niño que recibe galletas por dejar de llorar puede aprender a asociar las galletas al consuelo.
No es fácil “desaprender” los patrones de comer emocionalmente. Pero es posible. Y el primer paso consiste en tomar conciencia de lo que está ocurriendo.