Así como en su día Jhonattan Vegas marcó un antes y un después en el golf venezolano, al irrumpir en el PGA Tour y ganar un título en su año de estreno, el cetro en el Campeonato Mundial Juvenil que lograron el larense George Trujillo, Jorge García, Gustavo León y Gustavo Morantes, parece abrir las puertas a una nueva era, en la que los jóvenes tomarán el protagonismo en las canchas y meterán de lleno al país en el mapa internacional.
Destronar a Australia en la localidad de Toyota, Japón, no era fácil. Tampoco lo era antes alzar el título suramericano en Paraguay y con ello completar un bicampeonato. Más atrás, debió haber sido difícil levantar el título de monarca nacional juvenil ante tu propia gente en el Barquisimeto Golf Club. Sin embargo, en todos esos momentos, George Trujillo, de apenas 17 años de edad, mantuvo su talante taciturno, su tranquilidad, su mirada que denota seriedad y concentración.
El joven que comenzó cuando apenas tenía cinco años de edad, es entrenado por su padre, Elio Trujillo, profesional de la disciplina desde que tenía 20 años. En Japón, supo que tenía la oportunidad de hacer algo grande el tercer día cuando, reunido con sus compañeros tras una sesión de tenis de mesa, tuvo una conversación clave.
“Íbamos ganando por un golpe antes del último día. Hablábamos con el coach y capitán de que teníamos buen nivel, que sabíamos que podíamos ganar y que habíamos trabajado para eso. Nos dieron la estrategia de mantenernos en el presente y no pensar en el futuro. Dar golpe por golpe como si fuese el último para ganar el Mundial sin pensar en lo siguiente”, explica quien dice no tener rutinas previas para botar la presión.
Sabe que lo hecho cambia muchas cosas y espera que ayude al golf venezolano en general. “Somos como un boom ahora. Eso se veía venir porque en los torneos de mayores de este año, los que fuimos al mundial siempre estuvimos entre los primeros tres lugares y comenzaban a cansarse los mayores de estos niños, de estos chamos”, cuenta sonriente.
“Se ve que esto puede abrir las puertas para muchas cosas en el golf. La Federación busca trabajar con el Gobierno para que se abran los campos que estaban cerrados y se trabaje en darle sede a la escuela nacional de golf. Hay muchas personas aportando algo para que el golf venezolano mejore”, detalla quien también quisiera que se abran más canchas públicas para atraer a nuevos talentos.
Las referencias
Así como todo niño admira a un grandeliga o a un jugador de la Vinotinto en el fútbol o el baloncesto, la irrupción de Jhonatan Vegas le dio a los jóvenes venezolanos dentro del golf, alguien a quién admirar. “Los jóvenes nos dimos cuenta de que si él había llegado, nosotros podíamos hacerlo. Comenzamos a practicar más fuerte y comenzaron a verse los frutos. Eso no lo teníamos antes. Hace cinco años no había a quién ver”.
Es seguidor del swing de Rory McIlroy. “Es el swing que yo quisiera tener y algo que me impresiona mucho es el juego corto de Steve Stricker. Para mí es quien potea mejor en el mundo. Soy un buen poteador, pero a veces me falla mucho y me gustaría trabajar en ello de ahora en adelante. Ellos son mis dos pilares”.
Sus padres y hermana también lo son. “Este logro los tiene muy orgullosos. Gracias a ellos yo pude hacer todo esto. Sin ellos no habría logrado nada. Ellos lo saben y también saben que hay que seguir trabajando, que se logró algo muy bonito como haber ganado en un Mundial, pero falta mucho camino por recorrer”.
Se siente muy orgulloso de ser larense. “Cuando ganamos el Mundial, mis amigos me decían que cuando llegase a mi pueblito, sería el rey. Les dije que quizás no sería rey pero sí que sería bastante conocido. Desde que pisé Lara los periódicos y la gente han estado pendientes de mí. Trataré de luchar siempre por poner a Lara en lo más alto así como un Amleto Monacelli lo hizo como campeón mundial en el bowling”.
Metas claras
Además de jugar el PGA Tour en unos seis años, Trujillo espera primero tener una buena carrera en la Universidad de Indian Hills CC con los Warriors. Además, tiene en agenda la posibilidad de disputar la Copa Andes en noviembre y la Simón Bolívar, ambas en territorio nacional. En la mira están los Juegos Olímpicos Juveniles, aunque aún no se ha informado cómo será el sistema de clasificación.
Espera llamar la atención de niños y jóvenes para que se acerquen al golf, ya que “enseña valores, tienes que ser callado, respetuoso y disciplinado. Hay que levantarse temprano y practicar mucho. Te enseña de todo para la vida. No es sólo caminar como me dicen algunos amigos. Hay muchos factores que influyen. Te cambia la personalidad”.
No domina mucho el inglés pero espera adaptarse rápido una vez que se instale en Iowa. “Nosotros los venezolanos nos adaptamos a lo que venga sin importar lo que pase. Iré a estudiar y jugar. Es mi meta y mi trabajo. Me pegará un poquito porque voy a estar solo, sin familiares cerca, habrá pocos latinos y es una ciudad en la que hace mucho frío”, reconoce. Así como ya es campeón mundial de golf, le toca ahora lucirse en el campeonato de los estudios y la vida. Talento y dedicación tiene de sobra como para apuntar a un hoyo en uno.