Generalmente vemos como responsable de todo lo que nos pasa, o de la gran mayoría de acontecimientos a los otros y nos eximimos de alguna culpa.
El dedo acusador siempre se eleva hacia el otro, y resulta que no ocurre nada que no hayamos atraído debido a nuestros pensamientos, palabras y acciones. Si revisamos cada uno de ellos, nos daremos cuenta que estamos recogiendo en el presente, aquello que sembramos en el pasado. Es una ley absoluta de la cual no escapamos, nos percatemos o no de los acontecimientos que dan pie a las situaciones buenas o no tan buenas que vivimos. Es una responsabilidad que tenemos y que desechamos, obteniendo mucho sufrimiento en nuestra existencia.
Lo que pasa en el país no escapa a ese pensamiento-palabra-acción individual de cada uno de nosotros. Igual como nos ocurre en la vida, los pensamientos de todos los seres de una nación, del planeta están interrelacionados, somos un solo ser, una gran mente, formada por las mentes de todos sus habitantes. No lo vemos así, creemos que somos seres aislados, o que nuestra influencia se circunscribe sólo a la familia y resulta que nuestra presencia matiza toda la tierra, que nuestro pensamiento es energía atómica que impacta más allá de las estrellas, al universo entero. Dada nuestra conexión con el todo, debemos responsabilizarnos de lo que pensamos, de lo que hablamos y de lo que hacemos.
Escuchamos en muchas oportunidades que lo que nos ha pasado a los venezolanos, el sufrimiento que hemos tenido es un karma colectivo y rápidamente nos sacudimos diciendo: ”No es mi culpa, no he hecho nada”, pues resulta que sí somos responsables de todo cuando sucede. Impactamos, bien sea por omisión o por acción. Cuando hablamos mal de los demás, de nuestros gobernantes estamos dándole fuerza a lo negativo que poseen, cuando no participamos de las pequeñas o grandes acciones para cambiar el rumbo de los acontecimientos, también existe una responsabilidad. Es como cuando vemos que alguien comete una infracción, una violación de las leyes y dejamos pasar la acción sin ni siquiera dar nuestra opinión o actuar. Ello representa nuestro libre albedrío. Allí estamos perdiendo la fuerza que el Creador nos confirió. .
Un sociólogo decía que todo lo que estaba pasando en el país se debía a los traumas que tenemos en nuestras familias disfuncionales, ya que en los hogares los padres son castigadores, o hay ausencia de ellos en nuestra población y eso hizo que nos engancháramos con liderazgos negativos. Si la gente se siente contenta porque la regañan, la agreden es porque eso ha sido lo constante en su vida, entonces no diferencia entre lo que ocurre en el seno de su familia con lo que le brindan los gobernantes, por eso ve la agresión como normal. Es decir, es la continuación de su realidad, por lo tanto, la familia representa un microcosmos, que permea al país entero. Si en nuestra casa nos laceran y nos bajan el autoestima, aceptamos que los demás nos pisoteen. Por otra parte, si vivimos con pensamientos negativos acerca de todo, afirmando que somos seres infalibles, también nos estamos haciendo daño y por supuesto que al país entero. Vale la pena reflexionar sobre el diario quehacer para que nos percatemos de lo que estamos haciendo incorrecto y cambiar de rumbo. De esa forma nos ayudamos e incidimos en lo que ocurre a nuestro alrededor
Ahora, la pregunta que debemos hacer es: ¿Por qué he permitido que pasen estas cosas en mi vida? Debo sacudirme eso negativo y comenzar a aprender cómo atraigo a mi vida lo positivo que me corresponde. Soy un hijo de Dios por lo tanto me merezco lo mejor. Eso no se negocia. Debo empezar por quererme, cuidar mi cuerpo, mi espíritu que aunque no lo vea, está allí conmigo, acompañándome siempre, por lo tanto también debo prestar atención a la parte espiritual para sentirme realizado. Eso significa que debo ser merecedor de la luz de la fuente de donde he salido, respetar las leyes de la naturaleza, para no sufrir consecuencias negativas. Al hacerme responsable de mis actos, de mis palabras y pensamientos voy cambiando mi realidad y por lo tanto, la realidad exterior.
Comencemos a hacer reflexión, miradas introspectivas a nuestro interior para que corrijamos las actuaciones negativas y cambiemos de rumbo para que todo pueda florecer a nuestro alrededor. Somos responsables de todo cuanto nos acontece y también, de lo que pasa en Venezuela.
¡Somos responsables!
-
- Publicidad -
- Publicidad -
- Publicidad -
Más leido hoy
Estudiantes de la UCV denuncian actos vandálicos en elecciones universitarias #15Nov
Jesús Mendoza, Presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela declara que: Intentos violentos no detendrán el proceso electoral en la UCV, aseguran autoridades
- Publicidad -
Debes leer
Falleció el alcalde del municipio Ezequiel Zamora de Barinas, Nelson García Mora #17Nov
Texto: Tal Cual
Tras padecer una afección respiratoria y cardíaca que lo mantuvo en la unidad de cuidados intensivos de un centro médico privado,...
- Publicidad -
- Publicidad -