“Me atrevo a proponer que el Festival de Salzburgo impulse, en esfuerzo conjunto y solidario con la Unesco, el Proyecto Mundial Pedagógico capaz de asumir la educación artística como reto gigantesco para la intelectualidad y el mundo artístico de de hoy, unidos por el ideal de garantizar educación artística y formación estética a todo niño y joven”, dijo el maestro José Antonio Abreu ayer en la Gala Inaugural del Festival de Salzburgo, que se realizó en la sala Felsenreitschule.
Frente al presidente Federal de Austria, Heinz Fischer, y la presidenta del festival, Helga Rabl-Stadler, El Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela protagonizó la inauguración del evento musical, transmitida a través de la televisión pública nacional, que arrancó el pasado 19 de julio en la ciudad natal de Wolfang Amadeus Mozart.
En el acto, que se realizó en la antigua Escuela de Equitación construida en el siglo XVII, el director fundador del programa musical y educativo resaltó que las Orquestas y Coros son el instrumento idóneo para iniciar sólidamente a los jóvenes y niños dentro de las comunidades. “La pobreza material comienza a ser vencida por aquella riqueza espiritual que germina por y en la música (…) La música, y lo que ella implica en términos de desarrollo personal, dinámica familiar y alegría comunitaria, se incorpora de manera natural y espontánea a la existencia individual y colectiva”, resaltó el maestro Abreu, quien fue aplaudido por todos los asistentes.
En el acto la Sinfónica Juvenil de Caracas, junto a su director Dietrich Paredes, pasó a la historia del festival por tener el privilegio de ser la primera orquesta extranjera en abrir la gala inaugural, al punto de interpretar el himno nacional de Austria, acto reservado hasta ahora para la Orquesta del Mozarteum.
“Lo más sorprendente en 93 años del festival es que por primera vez una institución extranjera lidera la inauguración. Pero, además, es impresionante como el público austríaco, que no está acostumbrado hacer ovaciones de pie, con las orquestas de El Sistema no se ha cansado de aplaudir una y otra vez de pie”, aseguró Helga Rabl-Stadler.
Y con la Juvenil de Caracas no fue la excepción. Con la ejecución de la Obertura Rienzi, de Richard Wagner; y la Obertura La Forza del Destino, de Giuseppe Verdi los 253 jóvenes venezolanos se ganaron el respeto de los 1476 asistentes. Pero fue con laSuite del Ballet La Estancia, de Alberto Ginastera; y el West side story, de Leonard Bernstein, las obras que pusieron de pie al público. Bailaban, sonreían y aplaudían emocionados. Fueron ovacionados.
Voces y metales.
La casa dedicada a Wolfang Amadeus Mozart, Stiftung Mozarteum, no podrá olvidar el día en el que se presentaron, en la Sala Vienesa, la Coral Nacional Simón Bolívar de Venezuela y el Ensamble de Metales de Venezuela. Tampoco los 200 asistentes que presenciaron un concierto poco usual en suelo austríaco.
Bajo la dirección de Lourdes Sánchez y Juan Gorrín, las 130 voces de La Coral conmovieron con sus interpretaciones. Arrancaron aplausos con obras como Os Justi, de Anton Bruckner; Patatín, Patatán, de Pablo Camacaro; y El Guapo, de Ángel Guanipa. El público de pie y con lágrimas en los ojos aplaudió y zapateo luego de cantar Venezuela, de Herrero y Armenteros.
De lo más sublime del canto, el Ensamble de Metales de Venezuela llevó a los asistentes al éxtasis del ritmo, y hasta el baile. Bajo la batuta de Thomas Clamor, los 80 músicos venezolanos, que pertenecen a la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela, lograron que los austríacos danzaran dentro de la Sala Vienesa. Pero fue elTico Tico no fubá, de Zequinha de Abreu la obra más destacada de la noche. El solo del trompetista Tomás Medina conquistó al público, que lo aplaudió durante más de cinco minutos.
“El público de Salzburgo es muy amable, aplaude la música. Pero hoy quedó deslumbrado con las orquestas venezolanos”, aseguró Clamor, quien formó parte de la fila de las trompetas de la Filarmónica de Berlín.
La tercera presentación de El Sistema: La Residencia en Salzburgo forma parte de los logros del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, ente rector de la Fundación Musical Simón Bolívar, adscrita al Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, demostrando una vez más que «Los niños y jóvenes venezolanos triunfan con la música».