“De un tiempo para acá en el municipio Palavecino no existe política cultural alguna, lo que ha dejado como negativa consecuencia el abandono de los monumentos, algunos de los cuales presentan estados deplorables”.
De esa forma se expresó el ex alcalde Fredy Pérez al ser consultado sobre la forma como la alcaldía, y sobre todo durante la gestión de Richard Coroba, ha permitido la destrucción de obras erigidas para rendir homenaje a personalidades, fechas históricas o de esparcimiento.
El caso más evidente de ese abandono está en el llamado Parque de Los Niños, ubicado en la avenida Intercomunal, diagonal a la planta procesadora de lácteos y jugos y a la urbanización Villa Roca.
Durante la gestión de Antonio “Toño” Rivero como primera autoridad municipal de Palavecino se construyó en el centro de la avenida un monumento que nadie llegó a entender y a pesar de estar dedicado a los niños, estos nunca lo pudieron disfrutar, en primer lugar por el peligro que representa cruzar tan transitada arteria vial.
En la actualidad el mal llamado parque está convertido en una selva impenetrable, constituyendo una vergüenza para los cabudareños o residentes, sobre todo cuando algún visitante les interroga sobre el significado del promontorio simulado de rocas.
Y crece aún más la interrogante al observar lo que queda de tres o cuatro estatuas de niños, apenas visible entre la maleza, una de ellas con los brazos en alto, como pidiendo auxilio.
“El alcalde Coroba nunca se preocupó por ese parque, ni siquiera por residir en las cercanías, lo que le obliga a pasarle diariamente por el frente”, indicó Pérez.
Recordó que en una oportunidad se llegó a un acuerdo con la alcaldía para que la empresa Lácteos Los Andes se encargara del mantenimiento del parque, convenio incumplido que las autoridades municipales tampoco se preocuparon a hacerlo cumplir.
De acuerdo a indagaciones, además de causar daños a las estatuas, delincuentes se robaron el sistema eléctrico y de agua, aunque este último resultaría innecesario pues allí nunca realizaron siembras ornamentales y la maleza crece por su propia cuenta.
“Pero no sólo está abandonado el Parque de los Niños ya que en las mismas o peores condiciones se encuentra la casa natal del prócer Aquilino Juares, en la avenida Libertador, a poca distancia de la alcaldía”, enfatizó Pérez.
Dijo que lo que queda del inmueble, gracias a la falta total de mantenimiento, continúa derrumbándose y si no se actúa con prontitud desaparecerá por completo.
En la actualidad el sitio es utilizado por vendedores ambulantes y apenas es visible para los transeúntes.
El ex alcalde y muchas otras personas, preocupadas por el patrimonio histórico de Cabudare, han insistido en la necesidad de que allí se haga algo para mantener viva la memoria de Aquilino Juares para las nuevas generaciones.
Igualmente citó el caso de la histórica Ceiba de Cabudare, que hace algunos años estuvo a punto de morir a causa de las enfermedades que le afectaban, además de los años.
Considera necesario que nuevamente sea tratada por algún botánico para impedir siga deteriorándose.
Como se sabe bajo La Ceiba de Cabudare se llevan a cabo los domingos actividades dedicadas a los niños, de allí la necesidad de que se le aplique el debido mantenimiento.
También está la plaza La Cruz, frente a la alcaldía, igualmente abandonada por la actual administración municipal de Palavecino, sin el merecido tratamiento.
Algunas personas han contribuido a su deterioro con tomas ilegales de electricidad para ventas informales de mercancías.
“Insisto en que en el municipio no existe ninguna política cultural o patrimonial y de no tomarse medidas enérgicas finalmente desaparecerán los pocos sitios históricos o de esparcimiento aún existentes a pesar del deterioro que le ha dejado la falta de mantenimiento”, enfatizó.
Fredy Pérez confía en que las nuevas autoridades municipales a ser elegidas en diciembre próximo sí se preocupen por los mismos tan pronto asuman sus funciones y Cabudare recupere sus tradiciones históricas.
Pero de inmediato, para que los visitantes tengan una visión más halagadora de Cabudare, el alcalde Coroba debe salir de su oficina y ordenar la recuperación del Parque de Los Niños, al menos la eliminación de toda la maleza que en la actualidad le cubre por completo, e incluso impide la visibilidad a los conductores que hacen uso del retorno allí ubicado.