La candidatura unitaria de Alfredo Ramos

Alfredo Ramos emplaza su candidatura de Alcalde unitario del municipio Iribarren, en pleno ámbito cívico de Barquisimeto. Nace al calor de un solo signo de inspiración: obtener el triunfo pleno en el venidero proceso comicial. Razones que no se discuten, confirman ese triunfo completo, que se empareja y adquiere absoluta realidad en esta infalible sentencia del Libertador: “Dios concede la victoria a la constancia” (Bolívar, Manifiesto de Carúpano, 7 de septiembre de 1.814)
No es simple clisé la providente frase, que se adopta como slogan decisivo, es una convicción profunda que mueve a alcanzar el triunfo en esta justa electoral, con el favor de Dios todo poderoso y su voluntad omnipotente, premia la obra por la virtud paradigmática de la constancia imperecedera.
La suerte está echada. La acción indeclinable, en marcha y de parte de Alfredo, ni un solo ápice, ha disminuido la fuerza motriz de la constancia. Larga preparación ha sido necesario realizar: unir elementos dispersos, disponer resortes dinámicos, coordinar actividades todo engranaje humano, dirigido, bajo el símbolo martiano de agonía y deber, a lograr las palmas del triunfo.
En máxima escala, la que representa Alfredo Ramos, en propicia opción, es una candidatura telúrica, tiene toda la dimensión territorial del Municipio Iribarren, integra toda su jurisdicción política y administrativa. Abarca todas sus diversas Parroquias y sus Caseríos aledaños. Un solo palmo de tierra no se ha quedado fuera de las previsiones del Plan de Desarrollo, ni un adarme de tierra, se ha quedado sin sentir la visita y la planta infatigable del candidato. Se ha seguido con exactitud, la Ciencia multidisciplinaria de la planificación, como metodología para la toma de decisiones.
En el exhaustivo estudio del Municipio, sobre su jurisdicción, sobre su dimensión telúrica, la categoría del hombre que lo habita, una conceptualización en relación de usos y costumbres. En la coherencia de estas perspectivas, se encaja la gran verdad, con cabalgar de siglos, desde los griegos: ¡el hombre es la medida de todas las cosas!
Pero, asistimos a una Geopolítica actual, son nuevos valores los que definen los criterios de la Ciencia y el Derecho Municipal moderno. En su amplia concepción, más metida en la órbita de la descentralización nace un campo institucional, bien delimitado, constituido por la adquisición de transferencias administrativas, en sus órdenes y requerimientos, que apuran la descentralización, auge y asentamiento de la autonomía municipal.
Ducho timonel para conducir la nave municipal, en los encrespados tiempos, zozobra la descentralización y parece que se viene a pique, la federal e histórica autonomía provincial. En doctrina constitucional, el Municipio constituye la unidad política y primaria de la organización nacional y goza, en el cumplimiento de sus atribuciones, de un fuero privilegiado, que es la autonomía municipal, para afianzar la defensa de sus fueros, apuntalar sus decisiones y propender la eficacia y acatamiento de sus actividades de gobierno.
Alfredo por su pensamiento y doctrina está imbuido en un sistema de democracia moderna y este principio indeclinable de gobierno democrático, ajustará sus actos institucionales, cuidando guiar con acierto la marcha del pueblo hacia la solidaridad social y la unidad nacional y resguardar la institucionalidad contra el personalismo. Impulsar una integral política municipal, que erradique la acción depredadora del régimen actual, de estirpe despótica y de autocracia personalista, entronizamiento de las clases ineducadas en el poder político, es prioritaria urgencia de esta etapa de expectativas crecientes.
La constancia signo que da singular relevancia a la gestión municipal de Alfredo Ramos, es distinción y emblema que conduce al retorno de la descentralización, a cuyo decisivo rescate se encaminará toda una acción coherente y plural, que incruste en solidas bases la autonomía provincial y ponga al municipio en absoluta posesión de sus derechos, fueros y privilegios, para hacer la obra de transformación y de cambios profundos de orden, económico, social ético y cultural, que conviertan a Barquisimeto, en eje geoeconómico de la región y su zona de influencia. ¡Dios concede la victoria a la constancia!