Con una dilatada vida, que lo llevó a desempeñarse en diferentes áreas, este miércoles 24 de julio, a las 5 de la tarde, la existencia de Luis Gallardo, quien fuera reconocido como presidente del Concejo Municipal de Iribarren, se acabó.
De causas naturales, la vida del político de gran importancia en el acontencer local, se terminó en la capital larense.
Luis Gallardo, llegó a ocupar por quince años consecutivos el cargo de edil y de presidente de la cámara municipal. Salió electo senador suplente de Pedro París Montesinos en el Congreso Nacional, por el Partido Democrático Nacional y, más tarde, por Acción Democrática, organización en la que militó hasta el final de sus días.
Gallardo estaba convencido de que, en la vida, había que ser honrado, creador y trabajador. “Los hombres deben involucrarse en los problemas y actividades de la sociedad, relacionarse con las instituciones gremiales, sociales y políticas”, así lo declaró en una entrevista que concedió a este medio el 21 de enero del 2007, al periodista Nolberto Herrera.
Quien se radicara en Barquisimeto después de ser apresado por llevar adelante la primera protesta petrolera que se desarrolló en este país (1936) dijo, en aquella entrevista, sentirse satisfecho por haber realizado un trabajo social que perdurará en el tiempo. Además, aseguró que nunca podría haber sido acusado de robarse un centavo del fisco nacional, “en mi gestión no me robé ni un medio”.
Por eso, los larenses, y en especial los oriundos de esta tierra, se sienten agradecidos con una persona que, mientras fue figura política local, levantó el Palacio Municipal de Iribarren, las zonas industriales, el matadero en Veragacha y el Cementerio Nuevo, ubicado en la Florencio Jiménez, entre otras obras barquisimetanas.
Lucidez intacta
A pesar de una larga vida, hasta hace pocos años, Gallardo mantuvo una envidiable lucidez, que le permitía aportar valoraciones al panorama político nacional que se mantenía en aquella época y que, para tristeza de una nación, parece no haber cambiado en nada.
“La política de este siglo me parece muy complicada, después de presidir el concejo y estar más de 40 años en estos lides (combates), me preocupa la confrontación y las intenciones del Presidente de la República (Hugo Chávez, para ese entonces).
El ambiente sigue siendo muy hostil y me siento mal porque la democracia está en riesgo. La pelea que continúa entre gobierno y oposición no le hace bien al país”, dijo Gallardo, cuando fue consultado por el periodista.
Le temía a la muerte
Como buen pensador y hombre de letras, Luis Gallardo le temía, más que a nada, al momento de su partida material.
En el mismo material realizado por el colega periodista, Gallardo indicó de su miedo al momento en que se muriera, “quiero vivir todo el tiempo que el organismo y los sentimientos me permitan para seguir queriendo a la humanidad”, expresó.
Sus restos están siendo velados en la Funeraria Metropolitana. Desde esta casa editorial se lamenta la dolorosa pérdida y se envía condolencias a sus familiares.
Perfil
Luis Alberto Gallardo nació en 1917 en el estado Trujillo. A los 8 años llega a Mene Grande, donde a los 15 años comienza como office boys de la Caribbean Petroleum Co.
Participó en la constitución del sindicato de empleados y obreros, sobresaliendo como
pieza clave en la huelga petrolera de 1936.
Cumple los 20 años entre la cárcel y la fuga de penal. Trabajó como cargador de maletas.
Por ese oficio viajó a Carora y en 1938 a Barquisimeto, donde se radicó y echó raíces.
Fue cartelonero, taquillero, programador, administrador y gerente de al menos 22 cines,
algunos de su propiedad y otros arrendados. Sus padres fueron Jesús Enrique Peña y
Carmen Gallardo Altuve, un campesino agricultor y una ama de casa, respectivamente.
En 1963 es concejal y más tarde presidente del ayuntamiento por cinco oportunidades.
También logró la presidencia de la feria de la ciudad crepuscular y de la Cámara de
Comercio del estado Lara.
Como presidente de ese gremio, propició la construcción del edificio sede en la avenida
Vargas, además motorizó la ejecución de la avenida Fuerzas Armadas. Instituyó la primera feria de 1967 y construyó el Complejo Ferial, donde actualmente está el parque Arena Plaza Ferial.
Se casó en cuatro oportunidades y engendró una frondosa descendencia de ocho hijos. Vivió solitario al final de sus días.
Se le debe el haber levantado el Palacio Municipal de Iribarren, las zonas industriales, el matadero en Veragacha y el Cementerio Nuevo.
Murió el miércoles 24 de julio a los 96 años de edad.