Al grito desafiante de «¡A peregrinar a Copacabana!», una manifestación contra el gobernador de Rio de Janeiro y el gasto público por la visita del papa buscaba llegar este jueves al barrio donde cientos de miles de personas escucharon poco antes al pontífice, constató la AFP.
Encadenados por los brazos, un grupo de jóvenes con bandanas tapándoles parte del rostro lideraban la protesta de unas 400 personas, que se reunió inicialmente frente a la residencia del gobernador de Rio, Sergio Cabral, el más impopular de Brasil (12%), en el acomodado barrio de Leblón, a 6,5 km de Copacabana.
«Vamos a Copacabana a protestar contra el gasto público de la venida del papa», dijo a la AFP Fernando Carlos, un estudiante de 21 años, en referencia a los 53 millones de dólares que costará a los contribuyentes brasileños la visita del papa y la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
El fuerte contingente policial que resguardaba la residencia del gobernador fue distribuido por las calles de Leblon para obstruir el paso de la marcha.
«¡Cabral dictador!», gritaban los manifestantes furiosos con el gobernador, integrante del partido PMDB (aliado al gobierno) y que termina su segundo y último mandato a finales de 2014.
La represión policial compartió las portadas de la prensa con el papa: dos personas fueron heridas por la policía, incluido un fotógrafo de la AFP que recibió un bastonazo en la cabeza.
«No se quiere dar tregua», aseguró Alvar Schargrodsky, un argentino de 40 años residente en Rio, refiriéndose a las manifestaciones contra la corrupción, el gasto público del Mundial de fútbol y en demanda de mejores servicios, que en junio reunieron a más de un millón de personas en varias ciudades de Brasil.
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