El Sistema ha cambiado la vida de muchos niños y jóvenes, producto de esa visión sin límites y de esa fórmula especial que concibió el maestro José Antonio Abreu para alcanzar cualquier propósito en el ámbito musical.
Además de las orquestas, coros, núcleos y ensambles que se han diseminado por todo el país, el Programa de Educación Especial que nació en 1995 y se cristalizó en 1999 con el Coro de Manos Blancas a cargo de los docentes Jhonny Gómez y Naybeth García López, consolidó aun más el poder transformador de la música.
Innumerables testimonios dan fe de la trascendencia alcanzada por esta institución nacida en el estado Lara y que actualmente reúne a más de dos mil niños, jóvenes y adultos de toda la entidad para atender sus necesidades especiales, a través de la formación musical, pedagógica, personalizada y profesional.
El trabajo arduo y constante los lleva hoy al Festival de Salzburgo, donde 116 músicos, valiéndose del gesto y capacidades vocales, irrumpirán en tirra austriaca para llevar a cabo un repertorio universal y de música tradicional venezolana.
“No hay palabras que describan el trabajo de estos niños”, expresó Naybeth García López, directora del Coro de Manos Blancas durante una entrevista con EL IMPULSO.
Explicó que el Programa de Educación Especial atiende niños y jóvenes con déficit visual, niños con autismo, dificultades del aprendizaje, impedimento motor, déficit auditivo, es decir, niños y jóvenes con diversidad funcional.
“En 18 años de trayectoria hemos construido un trabajo muy bonito a partir de la integración social, por lo cual el hecho de participar en el festival más importante del mundo es muy significativo, es un gran logro para todos”.
Resaltó que es la primera vez que el Coro de Manos Blancos sale al exterior, por la puerta grande y de la mano del maestro José Antonio Abreu.
“No hay palabras de agardecimiento. Sé que será una gran experiencia porque la preparación ha sido maravillosa, mucho reto, mucho compromiso, no sólo la parte logística, sino el hecho musical, ya que los muchachos han respondido a un nivel bastante exigente”.
Aseguró que todo los integrantes del coro han asumido la responsabilidad con una emoción que carga por completo la atmósfera de trabajo.
Atención individual
Si bien el Programa de Educación Especial del Sistema de Orquestas atiende a todos los niños con discapacidad hay un miembros sin estas dificultades, dando el ejemplo de lo que significa verdaderamente la integración social.
“Ellos son los pilares, el ejemplo, el modelo a seguir por aquellas personas que por una u otra razón no ven, no oyen, no pueden caminar o responder rápidamente ya que necesitan un poco más de tiempo para llevar a cabo determinada acción. La exigencia es la misma para todos, estas increibles personas sólo requieren algo más de tiempo durante el estudio”.
García López comentó que los docentes realizan un trabajo individual, personalizado, además de los talleres, el trabajo coral, por filas y los ensayos generales.
“Si alguno de los integrantes no alcanza los objetivos en el mismo lapso que un alumno regular dedicamos más tiempo, prácticamente una atención exclusiva. Ese es nuestro trabajo”.
