El tachirense Jackson Rodríguez, uno de los estelares del pelotón criollo e integrante del llavero de favoritos, en alarde de condiciones, sacó provecho del terreno de ascenso encontrado en la parte final de la sexta etapa correspondiente a la edición 50 de la Vuelta a Venezuela para despegarse de sus rivales y adueñarse de una importante victoria en la Plaza Bolívar de Barquisimeto, dentro de una jornada calurosa y con escaso público en la llegada, que, además, le sirve para colocarse la camiseta de líder, cuando la prueba entra en su recta final.
Como se anticipaba, el arribo en el corazón barquisimetano, ante la estatua del Libertador, en un nuevo aniversario de su natalicio, provocó movimientos en el casillero general, con un Rodríguez espléndido que apartó del liderato al barinés Ralf Monsalve para, a la vez, alimentar sus esperanzas de llevarse la corona del giro nacional por vez primera en su carrera.
Rodríguez completó la extensa porción de 199.9 kilómetros (entre Tinaquillo y Barquisimeto) con guarismo de 4 horas, 39 minutos y 27 segundos, a un promedio de velocidad bastante bueno, de 42 kilómetros por hora.
Detrás suyo ingresaron dos compañeros: Carlos Ochoa y el italiano Omar Bertazzo, nuevamente entreverado en puestos de podio.
El Androni sonó poco en los kilómetros previos al desenlace y se guardó lo mejor para el final. La tropa de Savio fue una de los que más empujó para atrapar a la fuga, una aventura que tuvo un rato largo a seis hombres en punta, entre ellos el barinés Jonathan Escalona -ganador de dos esprints- y el barquisimetano Randall Figueroa- y de la que luego saltó el merideño Ángel Rivas, en esfuerzo individual, para ser atenazado en Cabudare.
Y después, lista la cacería, mantuvo un paso fuerte, a lo largo de la Ribereña, con terreno favorable para rodar a velocidades altas y llegar fuerte al pie de la cuesta, tras lo cual lanzó a sus bazas fuertes, aquellos que tienen encomendada la misión de pelear por el trofeo de campeón.
Rodríguez hizo la transición del terreno plano al ascenso como una flecha, a paso acelerado, sin desmayo, lo que le llevó a “eliminar” rivales en pleno desarrollo del repecho, muy inclinado, entre curva y curva, que no era de mayor dificultad según la carta de ruta, pero un escollo fuerte con casi 200 kilómetros en las piernas y un rodar a lo largo del día entre temperatura elevada.
Le aguantaron el paso sus compañeros (Ochoa y Bertazzo), no así Ralf Monsalve, que perdió la camiseta amarilla, aunque no llegó tan retrasado, pero la bonificación en meta de Rodríguez hizo diferencias.
El barinés ingresó con retraso de seis segundos, el mismo déficit de otros favoritos como José Alarcón (Mérida) y José Chacón, que sigue cerca en la general.
Buen triunfo de Rodríguez y del Androni, pero nada está definido. Este jueves, en la séptima fecha, afrontan una prueba de fuego, con el trayecto Barquisimeto (avenida Venezuela, frente a la Cantv) y San Vicente de Nirgua, con topografía montañosa en la parte final, decisiva en la batalla por la corona.