41 presos de los calabozos de Polilara en Cabudare, cortaron trozos de cabillas del enrejado del calabozo y se cortaron las piernas y los brazos, la mañana de ayer.
Las heridas se las hicieron para pedir que aceleren los procesos judiciales, que haya visita conyugal y que cesen los malos tratos por parte de los policías. La protesta inició a las 7:00 am, los internos se hirieron y comenzaron a llamar a sus familiares. En pocos minutos comenzaron a llegar las madres y esposas. Se observaban caras de miedo, desesperación y tristeza. Algunas de las mujeres rompieron a llorar cuando entraron a la comisaría 12 funcionarios con uniformes antimotín. Los presentes decían que esos uniformados golpearían a sus familiares.
A las 10:00 de la mañana una detonación se escuchó en el sitio. Los nervios de las mujeres volvieron a alterarse. “Les están disparando, los van a matar. Lo que deberían hacer es trasladarlos al hospital para que los curen”, gritó desesperado uno de los familiares.
En medio de la angustia, una mujer de aproximadamente 50 años se desmayó y tuvieron que auxiliarla y llevarla a un centro médico cercano. Luego salió el comisionado de la coordinación policial, quien no quiso identificarse. Les dijo que la detonación que escucharon fue un disparo de alerta, que hicieron al aire, porque descubrieron un boquete en una de las paredes por el que presuntamente iban a escapar algunos de los detenidos. “Fue un disparo al aire que hicimos como medida de alerta. Necesitamos la colaboración de ustedes, que se retiren unos metros, porque vamos a sacar los lesionados, para llevarlos al Hospital Antonio María Pineda”.
En un determinado momento los presos comenzaron a gritar, aunque no se entendía lo que decían. Se paraban junto a las ventanas y mostraban sus manos ensangrentadas, como exigiendo que los sacaran a los hospitales. A las 11:30 am, salió la unidad 1139 con 25 hombres a bordo. Los hombres al salir golpearon con fuerza la jaula de la unidad, otrros saludaron a sus familiares, quienes nuevamente rompieron a llorar. Luego fue sacado otro grupo y las escenas de dolor se repitieron.
El comisario Luis Rodríguez, director de la Policía de Polilara, comentó que el espacio en el que se encuentran los detenidos en Cabudare, tiene capacidad para 12 personas y fueron diseñados, para que estén allí unas horas. “Allí no hay condiciones para que los presos estén por varios días y este hacinamiento no solamente está ocurriendo en Cabudare, en todos los calabozos de Polilara se presenta la misma situación, actualmente tenemos 668 detenidos”.
Agregó que se tiene que tomar una medida contundente que acabe con el problema. Detalló que en lo que va de año suman 45 huelgas de sangre.
