Construido en 1956 como un espacio adecuado para el esparcimiento, cultura y recreación; donde los habitantes de la populosa urbanización Bararida han vivido momentos inmemorables que cultivan su integración ciudadana. El Monumento de La Botella es un vecino más; un espacio sencillo y acogedor del libre transitar barquisimetano.
Sin embargo, actualmente este monumento se encuentra amenazado por la construcción de un nuevo espacio, según una valla de la Alcaldía de Iribarren que se erige en el sitio, será construido en ese lugar el Paseo de La Música. Esta acción generó malestar en la ciudadanía que apeló a llevar numerosas denuncias a este rotativo.
La información sobre la nueva construcción parece desconocida, ya que no se conoce el monto de la inversión ni el tiempo de ejecución; no obstante, el adelanto de los trabajos muestra algunos materiales esparcidos en la zona por la erradicación de las caminerías.
Sitio de referencia
Blanca Áncida, vecina de Bararida, consideró que el monumento es un punto de referencia para los habitantes de la urbanización, además de ser un sitio utilizado en celebraciones artísticas y culturales con la participación activa de la comunidad. Según su criterio, la ejecución del nuevo proyecto forma parte de una retaliación política en contra de la conocida empresa que mantiene y conserva los espacios.
“No estamos de acuerdo, esa plaza tiene muchísimos años ahí. Para nosotros es un símbolo de nuestra hermandad vecinal. Me da dolor observar la progresiva destrucción de sus espacios por un simple capricho político”.
“Nosotros celebramos el aniversario de la urbanización, contamos con algunos grupos artísticos que se presentan en la tarima y también distintos grupos religiosos tienen la plaza para formar núcleos de encuentro y oración”, explicó.
Sin consentimiento alguno
Asimismo, la señora Nelly Asuaje pulsó su opinión sobre el acontecimiento; aunque reprochó la ejecución del Paseo de la Música, consideró que sería necesario la modernización de los espacios pero con la presencia de la botella como símbolo principal.
“En primer lugar pienso que se le debió consultar a los vecinos de Bararida antes de ejecutar la obra, y no fue así, destruyeron las caminerías sin consentimiento alguno. Ahora bien, sería bueno que remodelaran la plaza pero que le dejen el nombre y el monumento. Tal cual como lo ha sido por más de 50 años”.
Prosiguió, declarando que ningún vecino está de acuerdo con el nuevo proyecto, por lo tanto acudirán a mecanismos legales a fin que se mantenga la integridad física de la plaza.
“Entre los vecinos esperamos establecer mesas de diálogo a fin de constituir las acciones que vamos a emprender. Nuestra intención es llegar a un consenso para que reparen los espacios, pero sin comprometer lo considerado como patrimonio para los habitantes de Bararida.
Inseguridad
Los consultados coincidieron que la urbanización necesita constante vigilancia, puesto que son víctimas de actos delictivos a plena luz del día. Expresaron que esta situación los mantiene en zozobra, a tal punto de guardarse en sus hogares al caer la tarde.