Reflexión – Bolívar entre la tierra y el cielo

El hombre que habita este planeta. El ciudadano nacido en la América hispana. El venezolano  y más aún, todos los que se dicen cristianos, tienen que colocar las cosas en su justa dimensión.  Hay que tener cuidado no mezclar lo santo con lo profano. O sea, las cosas de Dios con las cosas del mundo, por cuanto en nada edifica. Más bien, tuercen el camino de una u otra corriente del pensamiento. Los acontecimientos patrios que enriquecen el acervo histórico de una nación y sus habitantes, son fundamentales para el crecimiento intelectual, profesional y cultural. Y eso, definitivamente es necesario. Pero, para nada tienen que ver con la edificación espiritual.
Esto lo decimos, por el desarrollo de ideologías que tienden a deificar los personajes de la historia.  Es decir, los convierten en dioses o “santos”, a quienes llevan a los altares, pidiéndoles favores para sí y para sus familiares. Descontextualizan al héroe y lo colocan en una dimensión absurda. Que nada tiene que ver con el crecimiento espiritual. Y esto, no sucede solamente con los personajes de la historia, sino que se aplica a cualquier personaje de la dinámica social o religiosa. Y si bien es cierto, los líderes, con su avalancha publicitaria son responsables de esta distorsión en las relaciones humanas, a nosotros no nos queda la menor duda que detrás de esta confusión, está el gran engañador. El enemigo de Dios y de la Salvación del hombre.
Mañana miércoles 24 se cumple un año más del nacimiento del Libertador Simón Bolívar. Y como siempre, nos agrada tomar el tema como referencia para sacarle alguna enseñanza. Es necesario entonces delimitar su importancia en el campo al cual pertenece: el educativo. Lo cual es fundamental para dejar libre el asunto espiritual. Informo. El escenario físico de la acción de Bolívar en Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bo¬livia fue de más de 5 millones de kilómetros cuadrados, equivalente a 23 países de Europa o al doble de los desplazamientos de Napoleón. Participó en 79 batallas y más de 400 acciones de armas y cabalgó 64.000 Kms. en 25 años de lucha y sacrificio. Desarrollaba una marcha promedio de 10 leguas por día (55 km.). Dejó no menos de 10.000 documentos, 2.052 cartas y 193 proclamas. Pero de ninguna manera eso lo hace dios. O lo califica para convertirlo en una deidad.
Las personas  deben acostumbrase a buscar las explicaciones, las respuestas y las verdades en el lugar apropiado. Las que son de historia, pues en los libros de historia, pero las que son de carácter espiritual, religioso o cristiano, definitivamente en LAS SAGRADAS ESCRITURAS. Por ejemplo, si el decreto de Guerra a Muerte emitido por el Libertador en contra del ejército español fue necesario, atroz o inconveniente. No sería apropiado explicarlo desde el punto de vista espiritual, aunque guarde relación con el ideal divino. Sería más correcto evaluarlo en el marco de la situación histórica que estaba viviendo el país  y la responsabilidad de Bolívar en medio de una guerra que amenazaba perpetuar la dominación española.
Por su parte, si el libro sagrado, la Santa Biblia o sea Dios, dice “Los vivos saben que han de morir, pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; hasta su memoria queda en el olvido. También su amor, su odio y su envidia perecieron ya, y nunca más participan en nada de lo que se hace bajo el sol” Ecl. 9:5,6. ¿Por qué, entonces, Ud. va a convertir un hombre muerto en una deidad?.¿Por qué va a hacer una imagen en yeso, madera o porcelana, colocarla en un altar, arrodillarse y afirmar que pidiéndole va a ayudarles a salir de problemas?. Cuando Dios manda: “No te harás ninguna escultura, ni imagen alguna de lo que está arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en el agua debajo de la tierra” Deut.5:8.
Preguntas que indefectiblemente tienen sus respuestas claras, adecuadas y verdaderas en la santa palabra de Dios. Así, está divinamente establecido. “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” 2 Tim. 3: 16, 17. ¿Cómo les parece? !Nos encontramos el martes que viene, con el permiso de Dios! “La Biblia es la revelación más pura de que Dios existe” Emmanuel Kant, filósofo alemán.
[email protected]