Michael Jackson negó haber abusado de los fármacos a pesar de la intervención que su familia le realizó justo antes de su muerte en 2009, dijo el lunes su madre al ser interrogada por los abogados de los promotores del fallido concierto que iba a dar el cantante.
Katherine Jackson, de 83 años, recordó en un tribunal en Los Ángeles la vez que le preguntó a su hijo sobre los extendidos rumores de que él era adicto a los medicamentos.
«Soy su madre y naturalmente él lo negó, porque no quería que yo pensara que… Él no iba a admitirlo», dijo la matriarca del clan Jackson.
«Yo sabía que estaba tomando (analgésicos recetados), pero no creía que estuviera abusando de ellos», agregó en sus declaraciones en el juicio contra la promotora de conciertos AEG Live, en el cual Katherine y sus nietos exigen compensaciones económicas por la muerte de Michael Jackson.
Según la familia, AEG Live presionó demasiado a Jackson durante sus ensayos en Los Ángeles, cuando preparaba los conciertos «This Is It» que iba a dar en Londres. Los Jackson también acusan a la firma de negligencia al contratar al médico Conrad Murray para que cuidara del autor de «Thriller».
Murray fue condenado por homicidio involuntario en 2011 y cumple cuatro años de prisión por la muerte de Jackson el 25 de junio de 2009.
Katherine Jackson lloró en el tribunal en su primer día de testimonios el viernes pasado al declarar para el abogado de AEG Live, Marvin Putnam.
En tensos intercambios, Putnam le preguntó este lunes sobre la cifra que supuestamente ella pide a la empresa como indemnización por la muerte de Jackson: cerca de 1.500 millones de dólares que el artista dejó de ganar por no haber podido realizar la gira.
«Usted puede hablar con mis abogados sobre eso», dijo la anciana, glacialmente.
Putnam también la interrogó insistentemente sobre una «intervención» realizada por la familia en 2002, cuando ella y varios de sus hijos, entre ellos Janet y Rebbie Jackson, confrontaron al autor de «Thriller» por sus supuestos problemas de fármacos.
Pero la confrontación no derivó en nada, dijo la madre. «Sólo vimos que él estaba bien y que estaba molesto, así que no hablamos de ello», explicó.