Casi un año tiene entregada la nueva área remodelada del laboratorio del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda por parte del Ejecutivo regional, el pasado 14 de septiembre, sin embargo, la obra no estaba culminada porque no habían instalado los aires acondicionados necesarios para poner en funcionamiento los equipos que se utilizan para la realización de los exámenes.
En la actualidad están colocando el servicio del aire acondicionado integral, pero mientras tanto los pacientes no tienen dónde realizarse las pruebas de rutina que les indican sus médicos, sólo en la institución realizan estudios de emergencia.
Equipos de química sanguínea de última generación tecnológica no han sido prendidos ni la primera vez, lo cual incide en la pérdida de la garantía por parte de la empresa, puesto que al presentarse alguna falla no querrán responder debido al tiempo que tienen almacenados.
Sin emergencia
Ahora bien, desde hace 15 días este servicio dejó de funcionar en el área provisional donde se encuentra debido a fallas en los aires acondicionados, que bien son requeridos porque las muestras, reactivos y equipamiento deben estar en un nivel de enfriamiento óptimo para que no se dañen.
Elena Torres, presidenta del Colegio de Bioanalistas del estado Lara, reseñó que en el área de emergencia trabajaban con los ductos de aire directo, sin rejillas, porque tampoco estaban culminados. Al dañarse colocaron tres splits usados de la misma institución, pero a los 20 días fallaron, por eso se paralizaron.
“En unos meses fallaron los reactivos, ahora los tenemos pero no funcionamos por fallas estructurales, al parecer los aires se dañan porque la cantidad de carga de voltaje aumentó y por ende deben cambiar el transformador para que soporte”, dijo.
Unos 200 pacientes son atendidos en el laboratorio de emergencia, sin embargo, ahora deben hacerse los exámenes en centros privados.
Elena Torres recordó a los médicos que los exámenes de emergencia deben cumplir con parámetros específicos, por ejemplo, un colesterol no se encuentra en esta clasificación.
Quienes no pueden ser trasladados deben contratar a laboratorios privados para que vayan hasta el Hospital y tomen la muestra, servicio que tiene un costo adicional.
“Esto no está permitido según la Ley del Ejercicio del Bioanalista, sin embargo debemos permitir que vengan a tomar las muestras de laboratorios privados, porque de otra manera el paciente no podría hacerse sus estudios”, dijo resignada Torres.
Sumado a ello, mencionó que trabajan sin las normas de bioseguridad adecuadas para los empleados.
Déficit de personal
Otro grave problema es la falla de personal de bioanálisis para el servicio, porque como afirma Torres, en los centros privados les ofrecen mejores beneficios y el pago a tiempo, no como ocurre con los contratados que pasan meses sin recibir ningún pago.
En el Antonio María Pineda deben contratar personal para poder ofrecer todos los servicios de laboratorio a los pacientes, a la par de las otras mejoras solicitadas.
Salario estancado en 2400 bolívares
Desde hace varios meses se han realizado meses de negociación entre 11 gremios de salud con el Estado venezolano para concretar la normativa laboral en cuanto a salario, prima de riesgo, jubilación y otros puntos, pero se ha diferido la discusión en múltiples ocasiones.
“No existe equidad y justicia mientras nosotros tenemos un salario de 2400 bolívares”, insistió Elena Torres, del Colegio de Bioanalistas, quien refirió además que en la convención nacional de estos especialistas, firmada en julio 2012 se fijó el salario en 7.000 en centros privados.