Ante la ausencia de productos regulados en los anaqueles de los supermercados, “mafias” organizadas se han dedicado a aplicar el llamado “bachaqueo” en los comercios de Maracaibo, cuando apenas se enteran de la llegada de harina precocida, arroz o mantequilla. Si bien el primer producto es el más buscado, otros rubros (papel higiénico, leche y jabón en pasta), forman parte de la lista de los más solicitados, especialmente en los municipios foráneos.
Aunque el Ejecutivo zuliano tiene el Plan de Seguridad Alimentaria (PSA), el problema social sigue vigente. La FAN, el Ministerio Público, la Gobernación y el Indepabis, evaluaron los resultados del PSA y concluyeron que muchos realizan compras en abundancia de productos de primera necesidad, por lo cual, según Nelson Canquiz, secretario de Asuntos Políticos, Administrativos y Laborales de la Gobernación del Zulia, algunos usuarios serán citados para conocer a ciencia cierta las razones por las cuales adquieren tantos rubros.
Las autoridades conocen sobre el exceso, debido a que los supermercados poseen un sistema que bloquea y registra la cantidad de productos que compran los ciudadanos. En su mayoría, sólo pueden llevar dos paquetes, por ejemplo, de harina precocida.
Realidad y repudio
Es común observar a diario largas colas frente a mercados que, ante el temor de ser sancionados, venden de inmediato la mercancía regulada que les llega a los depósitos.
Pero quienes forman parte de esta realidad, son supuestamente, en su mayoría, los “bachaqueros”, término empleado para referirse a aquellos ciudadanos que adquieren varias veces un mismo producto para luego revenderlo a un precio sumamente elevado en comparación al costo original. El objetivo es llevarlo, al parecer, a Colombia, o a la economía informal, cuyos vendedores ofertan un kilo de leche en polvo en 100 bolívares fuertes.
En Maracaibo, todos saben quiénes son los “bachaqueros”, pero poco se puede hacer para paliar esta situación. No los identifican públicamente, pero cuando se les ve, dicen: “Por culpa de ellos es que estamos así”.
Esto ha generado que en los supermercados existan cajas exclusivamente para quienes van a comprar harina precocida, y otras para aquellos que van con la intención de hacer su respectivo mercado semanal o quincenal.
Así es la realidad comercial hoy día en Maracaibo. Mientras a unos no les importa levantarse a las cinco de la mañana para hacer una cola o dormir el día anterior frente a un establecimiento, otros repudian esta actividad que promueve la escasez de productos en la capital zuliana y presionan a través de la redes sociales.