“La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. Con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre. Por la libertad así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida” (Don Quijote de la Mancha)
Nada mejor que encabezar este escrito con la reflexión de libertad que hace don Miguel de Cervantes, escritor eminente de todos los tiempos, hijo benemérito de España, lugar de donde provino la esclavitud de nuestros aborígenes, al pisar “los conquistadores” tierras americanas. Con su llegada quedó aniquilada la floreciente civilización de nuestros indígenas; acabaron con sus ensueños sepultando para siempre cualquier vestigio histórico.
Somos hijos del indio y del español; su sangre corre por nuestras venas, en el alma llevamos la altivez de la raza vernácula del negro y del blanco. Amamos todo lo que pertenece a la herencia genética, las costumbres, nuestra cultura, la música, los himnos patrios, el coraje de nuestros héroes, la riqueza de nuestro idioma; por sobre todo amamos la libertad.
De ellos fue la firmeza de su corazón, la valentía su espíritu indómito, suyo fue su sacrifico y su ímpetu. Es propiedad de ellos la gloria que hoy los cubre y honra. Nosotros aprendimos que es preferible morir por insurrección que vivir y aceptar callados ser esclavos de un tirano.
Durante el virreinato de Manuel Antonio Flores eran evidentes los primeros síntomas del disgusto de la población, ante el creciente abuso de la corona cuyas leyes e insoportables impuestos, dificultaba cualquier sobrevivencia.
La población del Socorro fue punto principal de la insurrección de los comuneros, precursora de las primeras muestras de valor y coraje de un pueblo harto de abusos. El 16 de Marzo de 1781 estalla el Movimiento de los Comuneros. Es una joven mujer Manuela Beltrán quien al leer el escandaloso edicto de los nuevos impuestos del virrey publicado en la plaza, produce la gran rebelión; surgen los primeros pasos de desobediencia civil. Manuela se encoleriza, rompe los papeles y los pisotea, uniéndosele todo el pueblo y sesenta poblaciones más. Las nuevas reformas excluía a los criollos de todo trabajo remunerativo violando sus derechos; aumentaron los impuestos, expropiaron sus tierras a los indios obligándolos a buscar refugio en otras partes. En esta población se produjo el germen que en medio de múltiples batallas, años después proclamara la independencia de Colombia, hoy libre, pujante, productiva, orgullosa, demócrata, segura.
El primer grito de ¡Independencia! se convirtió en supremo coro, regándose como pólvora por toda la Republica el 20 de Julio de 1810 en la ciudad de Santa Fe un día viernes de mercado.
Siendo nombrado don Antonio Villavicencio como comisario regio para la Nueva Granada, era apreciado por los criollos por simpatizar con su causa patriota a la que siempre quiso beneficiar pidiendo a la Corona los incluyera en la administración pública, entre otras. Nunca fue escuchado.
En vista de su llegada a Santa Fe de Bogotá le preparaban un banquete como bienvenida. Todo estaba listo pero hacía falta un adorno para la mesa.
Los hermanos Morales y Pantaleón Santamaría fueron a pedir prestado un florero a la tienda del español Gonzales Llorente quien aborrecía a Villavicencio.
Negarse a prestar el florero fue el pretexto que desató el enfrentamiento entre criollos y españoles. Fue la arenga de José Acevedo y Gómez lo que más hizo hervir la sangre del pueblo al escuchar: Patriotas: “Si perdéis estos momentos de efervescencia y calor, si dejáis escapar esta ocasión única y feliz, antes de doce horas seréis tratados como insurgentes. Ved los calabozos y cadenas que os esperan” Ante el deprecio de Gonzales Llorente el pueblo se yergue, se desborda su paciencia, renace la esperanza, se arma el tumulto, toma conciencia de los hechos y se hace partícipe de la independencia absoluta, pidiendo a viva voz Cabildo Abierto. El virrey lo acepta y son los criollos quienes construyen la primera Republica.
El 20 queda instalada la Junta Suprema y al amanecer del 21 de Julio se redacta el acta que se conoce con el nombre de Acta de la Independencia de Colombia. La Constitución se formó en las bases de la libertad e independencia. Desde aquel glorioso 20 de Julio de 1810 los colombianos aprendimos que en las cumbres tejen sus nidos los cóndores, que ser libre es privilegio de valientes…
Feliz día de la independencia colombianos.