El técnico del Barcelona, Tito Vilanova, abandonará su puesto porque va a someterse a un tratamiento para su enfermedad que «le hará incompatible desarrollar sus responsabilidades como entrenador del primer equipo», dijo este viernes el presidente del club, Sandro Rosell.
En los próximos días, el Barcelona anunciará al próximo entrenador «probablemente a principios de la semana que viene», añadió Rosell en una rueda de prensa de urgencia.
El técnico del Barcelona, Tito Vilanova, ha decidido dejar su puesto tras reproducirse de nuevo el cáncer que sufre en la glándula parótida, informa este viernes la prensa española.
«Vilanova dejará el cargo después de que se le haya reproducido la enfermedad que padece desde hace un par de años», añade el diario, que afirma que será sustituido temporalmente por Joan Francesc Ferrer «Rubi», ex entrenador del Girona, recién incorporado al equipo técnico del Barcelona.
Según el diario AS, Vilanova «ha decidido esta vez que su rehabilitación le impide ejercer como técnico del primer equipo».
«Me siento con fuerzas y tengo muchas ganas de seguir», había dicho Vilanova en abril pasado en su primera rueda de prensa desde su vuelta en marzo de Nueva York, donde viajó el 18 de enero para seguir un tratamiento médico, tras reproducírsele el cáncer en la glándula parótida, del que fue operado en noviembre de 2011 cuando era ayudante de Pep Guardiola.
Vilanova, que tenía contrato hasta junio del próximo, dejó así durante dos meses el equipo a cargo de su segundo, Jordi Roura.
Pese a ello, el entrenador «blaugrana» ganó la Liga en su primera temporada al frente del banquillo azulgrana, en un nuevo duelo con el Real Madrid del portugués José Mourinho, con el que protagonizó el famoso incidente del «dedazo».
Al final del partido de vuelta de la Supercopa de España, el 17 de agosto de 2011, que ganó el Barcelona 3-2, Mourinho se fue hacia Vilanova y le metió el dedo en el ojo, en una acción cuyas imágenes dieron la vuelta al mundo.
Pese al éxito en Liga, la eliminación de manera dolorosa de la semifinal de la última Liga de Campeones por el Bayern de Múnich por un global de 7-0 y la recaída en su enfermedad, ya habían hecho correr dudas sobre su continuidad como entrenador.
«Tito Vilanova dirigirá el Barça el año que viene», afirmó entonces el vicepresidente del Barcelona, Josep María Bartomeu a Catalunya Radio, asegurando que «no ha sido fácil hacer la transición y ha hecho un gran trabajo».
Y es que el listón estaba alto cuando tomó las riendas del equipo sucediendo a Guardiola, junto al que ganó 14 títulos.
Como adjunto de «Pep», Vilanova ganó en cuatro años dos Ligas de Campeones (2009 y 2011), dos Mundiales de Clubes (2009 y 2011), tres Ligas (2009, 2010 y 2011), dos Copas del Rey (2009 y 2012), dos Supercopas de Europa (2009 y 2011) y tres Supercopas de España (2009, 2010 y 2011), pero tras la salida de Guardiola del Barça, se fueron distanciando.
Esta frialdad vivió un último capítulo recientemente cuando Guardiola, actual entrenador del Bayern de Munich, aseguró que la dirección del Barça había utilizado «la enfermedad de Tito para hacerme daño».
Sin embargo, en una rueda de prensa, Vilanova aseguró que Guardiola «no estuvo acertado».
«No creo que nadie de la Junta directiva me haya utilizado para atacarle», añadió, antes de concluir que cuando estuvo en tratamiento en Nueva York, donde Guardiola pasó un año sabático, «no nos vimos, pero no fue por mi culpa. Es mi amigo y yo le necesitaba».