De los 215,3 millones de dólares subastados -segundo remate luego de 200 millones asignados en marzo sólo a empresas-, 180,5 millones fueron destinados a empresarios del sector automotriz, salud y puertos libres, y 34,8 millones a ciudadanos que viajarán al exterior.
Aunque el Banco Central de Venezuela (BCV) no reveló, por ser ilegal, la cotización que tuvo el dólar en el Sicad, economistas y funcionarios de bancos privados precisaron a la prensa que fue de 11,7 bolívares por dólar para los ciudadanos y de 10,9 para las empresas.
«Esto no fue una subasta, sino una asignación discrecional y cerrada de las divisas», dijo Luis Vicente León, en coincidencia con el economista Orlando Ochoa, para quien se trató de una «lotería» pues las divisas no fueron asignadas a quienes ofrecieron pagar mejor como ocurre en un remate.
El gobierno «no está reconociendo el valor real de la moneda y la está entregando aún barata» para contener la inflación, opinó León.
La falta de divisas es una de las causas de la escasez cíclica de productos básicos en Venezuela que provienen del mercado exterior, agudizando la inflación, que para 2013 alcanza 25%, la más alta de América Latina en cifras oficiales.
Según analistas, el Sicad supone una devaluación encubierta de la moneda venezolana, que el 8 de febrero perdió casi 32% de su valor frente al dólar, al pasar de 4,3 a 6,3 bolívares por billete verde.
No hay para tanto
El BCV busca con las subastas dinamizar el flujo de divisas hacia los sectores productivos, altamente dependientes de las importaciones. «Necesitamos producir más», pidió el presidente Nicolás Maduro esta semana en actos públicos de distintas ciudades del país.
Las empresas que pudieron participar en esta subasta fueron del ramo automotriz y autopartes, con 428 beneficiados, y de la salud y equipos médicos, con 127 que consiguieron dólares. Aunque lo estiman positivo, líderes del sector lo consideran insuficiente.
«Si se tratara de un mercado abastecido, lo adjudicado serviría para mantener la oferta de piezas. Pero se trata de un mercado con serias fallas» y falta de dólares desde hace muchos meses, señaló Frisné Piñate, presidenta de la Cámara de Comercio de Autopartes.
Jorge Roig, presidente de Fedecámaras, abogó por una apertura a otros sectores, al señalar que las industrias química, plástica y metalmecánica están urgidas de divisas.
La subasta movilizó a venezolanos sedientos de dólares para viajar al extranjero en esta temporada vacacional, pero fueron solo 21.251 a los que el BCV adjudicó dólares, casi la totalidad en montos no mayores de 1.500 dólares.
«¡Bastante decepcionada! Yo ofrecí 16 bolívares, pero esto no es una subasta, es un bingo. En el banco me dijeron que habían adjudicado a menos de 15», declaró a la AFP Teresa Suárez, una abogada de 38 años que pretendía comprar 2.500 dólares para su viaje a Madrid.
Pero el gobierno confía en el Sicad e incluso anunció el jueves que evalúa permitir a turistas extranjeros usar tarjetas de crédito y canjear sus dólares por bolívares en el aeropuerto, banca pública y oficinas en hoteles, a un precio superior al oficial, pero inferior al del mercado paralelo.
Los críticos se preguntan cuál sería la ganancia para los turistas que conozcan la situación del país para no recurrir al mercado paralelo.