Un desastre avisado según los trabajadores de la Unidad de Diálisis del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, fue el ocurrido este miércoles 17 de julio desde la madrugada.
El área se inundó, según Ruy Medina, director de la institución, de aguas blancas; mientras que los empleados insistieron que eran aguas negras.
Ninguna de las versiones pudo ser confirmada porque el acceso a la Unidad de Diálisis fue imposibilitado por los guardias de seguridad.
Cabe recordar, que este espacio es provisional desde hace seis (6) años, cuando se comenzó la adecuación de la Unidad de Diálisis en el cuarto piso del Hospital Central.
Obra que está paralizada por la empresa contratista porque no les han cancelado ninguno de sus pagos, los cuales dependen de la Gobernación del estado Lara y su ente encargado Infralara.
El problema fue avisado porque desde hace más de una semana empezó a gotear desde el techo, sin embargo nada se hizo hasta el punto de la inundación que comenzó el miércoles.
“Ayer atendieron a los pacientes con esas goteras, y sí son aguas negras, nosotros lo vimos y nuestros familiares recibieron la diálisis en esas condiciones”, denunció Moraima García.
Explicaron que trabajan en tres turnos para las diálisis, en un promedio de atención de 30 a 40 pacientes por día.
El turno de las 7:00 de la mañana fue retrasado mientras limpiaban la inundación, y el resto de los horarios también se extenderían.
Ruy Medina dijo que solventaron de inmediato el problema y no se suspenderían las diálisis.
Sobre la destitución de su cargo, que fue solicitada por diputados del Consejo Legislativo del estado Lara (CLEL), Medina dijo que investigaran mejor.
“Yo no he faltado a mi trabajo, estoy a diario en el Hospital Central. Sólo porque no pienso rojo rojito como ellos quieren destituirme”, expresó Ruy Medina, quien salió del quirófano donde prestaba además sus servicios como anestesiólogo para no paralizar cirugías por falta de personal en esta área.
Libertad de expresión
Lamentablemente en Venezuela la única manera de que resuelvan los problemas que afectan a los más necesitados deben ser denunciados a través de los medios de comunicación para hacer el llamado de atención correspondiente.
Sin embargo, cuando el personal que labora en la institución intentó declarar a los periodistas, la jefa de la Enfermería se plantó a un lado con los brazos cruzados para reclamar por qué estaban “hablando” sin autorización.
Al preguntarle sobre la situación de posible contaminación en el área, dijo que tampoco podía declarar, sólo el director del Hospital.
Se recuerda que en la legislación que ampara a los funcionarios públicos se establece que toda persona que trabaje en una institución al servicio del Estado debe informar sobre sus actuaciones, no sólo a los comunicadores sociales, sino a la ciudadanía en general, a quienes se deben.