A las 11:50 de la mañana de ayer, más de 30 privados de libertad en el Centro de Cordinación Policial Andrés Eloy Blanco, al oeste de Barquisimeto, se cortaron en las piernas con hojillas para exigir mayor tiempo en las visitas, las cuales, además, quieren sean conyugales y de sus hijos.
Desde temprano los detenidos gritaban desde adentro de los calabozos sus exigencias, golpeaban las rejas, y pedían la visita de la Fiscal 13 del Ministerio Público. De manera extraoficial se conoció que la jurista se encontraba en las instalaciones de la comandancia, sin embargo no dio declaraciones a los medios de comunicación social.
Pasadas las 12 del mediodía, salió la primera patrulla de Polilara custodiada por motorizados, hacia el Hospital Pastor Oropeza, donde iban a atender a los heridos, quienes se cortaron en las piernas y se regaron la sangre en la cara.
Afuera, los familiares se encontraban preocupados, mostraron una lista donde al menos siete de los reos no tienen expedientes abiertos, por lo que pidieron se le dé celeridad al proceso judicial. Cabe destacar que desde hacía seis meses, aproximadamente, los detenidos de dicha comandancia no tomaban este tipo de acciones.
4 se escaparon y los recapturaron
De igual manera se conoció que la noche del lunes, cuatro de los detenidos abrieron un boquete por las tuberías de aguas negras que dan hasta una de las paredes de atrás de la comandancia, por donde lograron escapar.
Al momento de saltar la pared el último de los evadidos, uno de los custodios se percató de la acción, por lo que iniciaron la búsqueda inmediata con ayuda de los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana, por lo que en tiempo record recapturaron a tres en las adyacencias y el otro, cerca de las Torres de El Sisal.
Quienes intentaron huir fueron identificados como: Carlos Carrasco, preso desde el 5 de enero de este año; Franklin González, capturado el 5 de marzo de 2013; Johanderson Sivira, detenido el 31 de marzo; y Ángel de Jesús López, privado de libertad desde el 29 de marzo de 2012.
Por ahora la custodia se ha redoblado, hasta que lleven los materiales para tapar el boquete y evitar una nueva fuga.
Como recordarán, en ese CCP, sólo hay un calabozo de 7×7 donde conviven 35 detenidos, por lo que también sufren hacinamiento.