Es la exclamación del pueblo católico cuando se encuentra en apuros y tribulaciones. Su evocación a la Virgen la hace buscando su salvación, tanto en la tierra como en el cielo. Este martes 16 se celebra el día de la Virgen del Carmen, momento oportuno para pedirle su intercesión ante Dios para que impere la paz y la justicia en nuestro país. Ella presenta nuestras oraciones a Dios y, por sus manos, Dios envía todas las gracias a los hombres. Por ser medianera universal de la gracia de Dios, permite la mediación entre dos extremos, como la aurora ante la luz y las sombras. Y como símbolo nos entrega su escapulario con protección divina.
Tenemos tiempo viviendo con mucha tensión, angustia y sobresaltos. Se nos ha hecho difícil resolver los problemas; por el contrario, las cosas han empeorado. Tenemos hambre y no hay comida, tenemos sed de justicia y no hay justicia, tenemos necesidad de trabajar y no hay empleo, tenemos tendido eléctrico pero no hay electricidad, tenemos hospitales pero no hay medicina, los pueblos y las ciudades sobreviven, pero en medio de dejadez y abandono. Tenemos tierras, pero fueron expropiadas, tenemos fábricas, pero fueron cerradas, tenemos principios, pero los valores ahora son otros, tenemos universidades, pero desean cerrarlas. Producimos petróleo, pero la empresa la endeudaron, producimos hierro y aluminio, pero las empresas generan pérdidas, producimos carbón y lo perdimos como negocio. ¡Virgen del Carmen Santísima, ayúdanos!
Gracias a Dios, no hemos perdido la fe, y como bien sabemos, la fe hace milagros. Nuestra Señora del Monte Carmelo, conocida también como Virgen del Carmen, es la Patrona del Ejército venezolano y lo ilumina. Pidámosle a Ella que por su intercesión, Dios les de sabiduría para entender también ellos con claridad estos momentos difíciles que vive nuestra Patria. Según la tradición, su nombre viene del Monte Carmelo, en Israel. A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías, y en una ocasión en la cual consideraban que Dios había castigado a su pueblo rebelde con un verano de tres años, Elías estando rezando en la cima del Monte Carmelo, envió a alguien a que observara en el horizonte para ver si veía algo; cuando volvió, le contó que se veía una pequeña nube. Con esto entendió Elías que ya iban a llegar las lluvias. Y en efecto la nube fue creciendo y se convirtió en una inmensa y provechosa lluvia que alegró, ya que llevaban 36 meses sin agua. La Iglesia Católica ha creído que esa nubecilla que apareció en el Monte Carmelo era imagen o anuncio de María, conocida luego con la advocación de nuestra Señora de Monte Carmelo o Virgen del Carmen.
Muchos años después, en 1251, la Virgen del Carmen se le apareció un 16 de julio a San Simón Stock, Superior de la Orden de nuestra Señora de Monte Carmelo, al que le entregó sus hábitos y el escapulario. Según es tradición, la Virgen prometió liberar del purgatorio a todas las almas que hayan vestido el escapulario durante su vida y lo haría el sábado siguiente a la muerte de la persona, para de allí llevarla al cielo. Esta creencia ha sido respaldada por los pontífices y por los creyentes de todo el mundo. En Venezuela, prácticamente todos los pueblos y ciudades del país rinden culto religioso a nuestra Virgen del Carmen. Este martes estaremos en la Iglesia el Carmen de Boconó, para pedirle a la Virgen la protección para nosotros, para nuestro pueblo, y por las almas que han ido al purgatorio, entre ellas mi madre, su fiel devota, de quien siento su bendición desde el cielo y le veo servidora de su Señora Madre, la Virgen María. Virgen del Carmen santísima, ten misericordia de nosotros y del mundo entero.