Edward Snowden posee documentos muy delicados que detallan el funcionamiento de la Agencia de Seguridad Nacional, los cuales permitirían a quien los leyera evadir o incluso copiar la vigilancia electrónica que efectúa ese organismo, dijo el domingo un periodista que mantiene estrecha comunicación con él.
Glenn Greenwald, columnista del periódico The Guardian y el primero en reportar sobre las filtraciones de inteligencia que hizo Snowden, dijo a The Associated Press que el ex analista de sistemas de la NSA (siglas en inglés de esa agencia estadounidense de seguridad) tiene «literalmente miles de documentos» que constituyen «básicamente el manual de instrucciones sobre la configuración de la NSA».
«A fin de llevarse documentos que mostraran que lo que decía era verdad, Snowden tuvo que tomar aquéllos que incluían contenidos muy delicados y detallados sobre el proceder de la NSA», afirmó Greenwald en la entrevista en Brasil, donde vive.
El comunicador dijo que casi cuatro horas antes de la entrevista había sostenido su más reciente comunicación con Snowden, con quien conversa casi a diario.
Snowden reapareció el viernes en un aeropuerto de Moscú y afirmó que estaba dispuesto de dejar de filtrar secretos sobre los programas de vigilancia electrónica de Estados Unidos si Rusia le concedía asilo hasta que pueda desplazarse a algún país de América Latina.
Greenwald dijo a la AP que Snowden ha insistido en que no se hagan públicos esos documentos. Según el periodista, «quien los leyera conocería exactamente el accionar de la NSA, lo cual le permitiría evadir la vigilancia electrónica o copiarla».
A pesar de lo delicado del contenido de los documentos, el periodista de 46 años dijo no creer que su difusión causaría daño a los estadounidenses ni a su seguridad nacional.
«Creo que la difusión de los detalles de esos programas sería perjudicial para el gobierno estadounidense en cuanto a lo que percibe como sus propios intereses», dijo el ex abogado constitucionalista y de derechos civiles que ha escrito tres libros en los que afirma que el gobierno de Estados Unidos ha violado derechos individuales en nombre de la protección de la seguridad nacional.
Afirmó anteriormente que los documentos han sido encriptados para garantizar que no sean difundidos.
Greenwald, que también es coautor de una serie de artículos en el periódico O Globo, de Río de Janeiro, sobre las acciones de la NSA en América Latina, dijo que tenía intención de continuar escribiendo en los próximos cuatro meses más textos basados en otros documentos de Snowden.
Los próximos artículos posiblemente incluirían detalles sobre «otros programas de espionaje interno que no han salido a la luz» y que serían similares en enfoque a los que ha publicado. Greenwald no facilitó ulteriores detalles sobre la naturaleza de esos programas.
El periodista dijo que deliberadamente ha evitado conversar con Snowden sobre el lugar donde podría buscar asilo para evitarse él mismo problemas jurídicos.
La creencia generalizada es que Snowden permanece en la zona de tránsito del principal aeropuerto internacional de Moscú, adonde llegó procedente de Hong Kong el 23 de junio. Venezuela, Nicaragua y Bolivia le han ofrecido asilo.
Sin embargo, debido a que el gobierno estadounidense le canceló el pasaporte, Snowden ha tenido dificultades logísticas para alcanzar el país de su elección.
Sin embargo, Greenwald dijo que el ex analista continúa «calmado y tranquilo» a pesar del predicamento en el que se encuentra.
«No he advertido ninguna pizca de remordimiento, arrepentimiento o ansiedad por la situación que vive», dijo Greenwald en declaraciones que hizo en el hotel donde ha vivido los últimos ocho años en Río de Janeiro.
«Por supuesto que tiene tensión y está concentrado en su seguridad y su bienestar de corto plazo en la mayor medida como le sea posible, pero está muy resignado al hecho de que las costas podrían empeorar terriblemente y está tranquilo con eso», apuntó.
Greenwald dijo que le preocupaba que el interés en la historia personal de Snowden restara impacto a sus revelaciones, agregando que el ex analista deliberadamente rechazó casi todas las solicitudes de entrevistas para evitar la atención de los medios.
Preguntado sobre si Snowden parecía preocupado por su seguridad personal, Greenwald reconoció que «está preocupado».
El comunicador agregó que Estados Unidos ha demostrado que está «dispuesto a asumir incluso las medidas más extremas si creen que al hacerlo neutralizará una amenaza a la seguridad nacional», dijo Greenwald. «El está consciente de todas las cosas, está preocupado por eso, pero de ninguna manera se paralizará o limitará en lo que él cree que puede hacer como resultado de ello».
Cuando se le preguntó acerca de un pacto de muerte que podría permitir que varias personas accedan al tesoro de documentos de Snowden en caso de que le pase algo, Greenwald respondió que «las descripciones de los medios de comunicación que han sido excesivamente simplistas».
«No es sólo una cuestión de que si él muere, las cosas se darán a conocer, es más que eso», dijo. «Es sólo una manera de protegerse contra el comportamiento extremadamente rudo por parte de Estados Unidos, y me refiero a las acciones violentas hacia él, destinadas a poner fin a su vida, y esa es sólo una manera de asegurarse de que nadie se sienta incentivado a hacerlo».
Se negó a dar más detalles sobre el pacto o la forma en que funcionaría.