El periodista José Vicente Rangel señaló que ante la persistencia de la derecha de llevar a cabo acciones conspirativas y su intención de repetir el mismo formato golpista de abril de 2002, la alternativa para el gobierno constitucional y democrático de Nicolás Maduro es actuar con la ley por delante «y ante todo desmontar la táctica del enemigo consistente en negar que conspira cuando está metido hasta la coronilla en la nueva aventura».
«No hay otra opción ante el engaño que la derecha pretende repetir en el contexto de la nueva situación del país», enfatizó el periodista al inicio de su programa José Vicente Hoy, transmitido este domingo.
Advirtió que las acciones conspirativas de la derecha están en marcha, siguen su curso «y hay demasiados indicios y revelaciones insólitas, incluso indiscreciones que confirman el despropósito que inspira a destacados dirigentes de la oposición y a las gestiones antipatrióticas que algunos hacen en el exterior para garantizar la solidaridad de la potencia imperial».
Insistió que está vigente hoy el formato golpista del 11 de abril de 2002 cuando la derecha pretendió derrocar el gobierno constitucional del presidente entonces, Hugo Chávez Frías. Este formato se basó en la mentira y pretendió engañar a los venezolanos, de distraer su atención hacia otros asuntos y así confundir al gobierno, a los organismos de seguridad y sobre todo a los sectores leales al proceso bolivariano.
«Si se revisa lo sucedido hace 11 años, se encontrará que el elemento clave en aquella conjura fue que todos los conspiradores: militares, empresarios, medios, jerarquía de la iglesia católica, políticos de la IV República, gremios y sindicaleros se pusieron de acuerdo para disimular la aventura en la que estaban involucrados, una aventura cuyo único objetivo era acabar con el orden constitucional y arrasar con las instituciones de la República Bolivariana», puntualizó.
Apuntó que luego del fracaso del golpe de Estado, nadie asumió la responsabilidad de lo ocurrido, nadie aceptó que había participado en el golpe, y ahora pasa lo mismo: la conspiración está en marcha.