Al contemplar nuestra bella Flor de Venezuela, tan celosamente cuidada por nuestra autoridad regional para orgullo de nuestro Estado Lara, y verla violada y ensuciada por manos criminales, no me queda otra cosa que pensar y preguntarme: ¿por qué? ¿Es que acaso la mentalidad de aquellos que se dicen socialistas, no pueden pensar de una manera inteligente? ¿Qué necesidad hay de destruir?
Si lo que quieren es apoderarse de todo lo que se ha construido con esfuerzo, amor y sobre todo para el disfrute y bienestar de nuestro pueblo, al menos háganlo para mejorarlo pero no se ensañen de esa manera brutal, mezquina, propia de mentalidades retrógradas, sin un ápice de inteligencia. Que alguien me diga, porqué los que se dicen revolucionarios, están llenos de tanta violencia, tanta podredumbre; cómo pretenden sumar voluntades a su causa cuando sólo ofrecen miseria moral, muerte y destrucción.
Estoy segura que si desde el comienzo de estos 15 años hubiesen actuado de otra forma más cónsona con la realidad de los nuevos tiempos, no sólo hubiesen logrado una sociedad más igualitaria, sino que se hubiesen sumado más voluntades para tal fin. Y cuando hablo de igualdad me refiero a que los que tengan menos condiciones económicas y sociales, mejoren esas condiciones y lleguen a los niveles más altos con educación, esfuerzo y trabajo sin pasar por encima de aquellos que con lucha y sacrificio han logrado sus metas.
Esto hubiese sido posible si algunos, arrastrados por la codicia y el poder, no se hubiesen empeñado en implantar un régimen de terror, donde solamente pueden coexistir la ignorancia y la brutalidad. Amén de todos aquellos que les han seguido el juego; unos por obtener dádivas viven arrodillados, otros por obtener algo de vez en cuando sin tener que trabajar y algunos porque son felices viviendo de promesas incumplidas.
Y así seguirán, porque pareciera que no hay límites para sus propósitos y no hay pueblo valiente que se les enfrente.
