La sociedad venezolana actual enfrenta distintos desafíos, expertos de distintas áreas consideran que el país está a las puertas de un cambio o de un proceso que determinará su futuro.
La política es el tema central que acapara la atención de la mayoría de los venezolanos y aunque el futuro es desconocido, siempre existe la posibilidad de debatir los escenarios que podrían darse en la nación. Carolina Jaimes Branger, articulista de este rotativo, se muestra optimista frente al futuro del país y considera que los venezolanos aún tienen mucho por aprender, antes de salir de la crisis que hoy los envuelve desde el punto de vista económico, político, educativo, de seguridad y de salud.
A su juicio, hoy la oposición es más fuerte que el chavismo gracias a la unidad de criterios.
“Todos sabemos que estamos en una política de transición dentro del mismo chavismo, porque Nicolás Maduro es lo mismo que Hugo Chávez; vivimos en un ‘más de lo mismo’, pero ahora el chavismo se está reacomodando tras perder el factor de cohesión determinado por Chávez”.
Dentro de las filas oficialistas se percibe, según Jaimes Branger, una suerte de medición de fuerzas con mucha suspicacia, “están surgiendo liderazgos locales de parte de los gobernadores que obtuvieron los cargos en diciembre. El chavismo está viviendo un proceso de reacomodo más dinámico que el de la oposición, que ahora está unida”.
Tras su participación en una de las sesiones de trabajo del Grupo Jirahara denominada “La política en el contexto actual”, durante un seminario realizado a principios de julio en Barquisimeto, la escritora concluye que la transición es inminente y que tarde o temprano se producirá una salida a la crisis. “A fin de cuentas, el colectivo entenderá que el gobierno es responsable de todo lo que está pasando”.
-¿Cree usted posible que en el sector oficial prevalezca el sentido de supervivencia por encima de las diferencias?
-El instinto de supervivencia es uno de los más altos del ser humano, pero el ansia de poder también. En Irak han matado 14 candidatos presidenciales en los últimos meses y todavía hay quienes quieren ser candidatos, a riesgo de su vida.
Creo que en sector oficial algunos tratarán de adaptarse al nuevo contexto, pero los que tienen ansias de poder seguirán peleando.
Jaimes Branger opina que uno de los grandes errores de la gestión actual es que se han creado muchas expectativas en torno a la repartición de recursos y se ha dejado de lado la generación de riqueza. “Cuando se reparten riquezas y no se crean, éstas eventualmente se agotan”.
“Si el barril de petróleo llega a cotizarse en 95 dólares, la situación será peor de la que vivimos y todas esas dádivas quedarán al descubierto como pañitos de agua caliente, que en nada contribuyeron a resolver los problemas de fondo del país”.
Esa gran falla del gobierno chavista, acota, de gastar todos los recursos sin invertir se revertirá.
En busca de aliados
-¿Cuál es su opinión sobre los recientes ascensos militares otorgados por Nicolás Maduro y la designación de una nueva ministra de Defensa?
-Es algo que se veía venir. Maduro está organizando sus cuadros y es lógico; él no es militar y venimos de 14 años de gobierno militar, aunque se vista de verde y se coloque la boina de Chávez sabemos que no es militar, por ende debe buscar sus fortalezas y aliados dentro de las Fuerzas Armadas.
Creo que la intención es quitarle fuerza a Diosdado Cabello y el poder que, según dicen, tiene dentro de la Fuerza Armada. Si algo se ha hecho evidente después de la muerte de Chávez es que el chavismo perdió la estructura monolítica porque se fue quien los cohesionaba, quien los podía mantener unidos. Maduro le mandó un claro mensaje a Diosdado con esos ascensos: ‘ahora soy yo quien va a controlar esto’, al colocar gente de su círculo cercano, como la almirante Carmen Meléndez, a quien no creo hayan seleccionado por el hecho de ser mujer, sino porque se trata de una aliada, aunque con los militares nunca se sabe.
Luis Herrera Campins decía una frase de la que todo el mundo se reía, pero resultó ser una gran verdad y es que ‘los militares están con el gobierno, hasta que están con el gobierno’, y un ejemplo de ello lo vimos en Chile durante el gobierno de Salvador Allende, quien nombró de ministro de Defensa a Augusto Pinochet y cuando dieron el golpe, él gritaba ‘llamen a Augusto’ y Pinochet era quien estaba liderando el atentado.
En su opinión, la situación del país es delicada y un golpe no es descartable, “aunque desearía que esto nunca suceda”.
La seguridad es una ruleta
Al ser consultada sobre los hechos registrados en el estado Falcón, que originaron la muerte de la esposa de un dirigente del partido Un Nuevo Tiempo junto a sus dos hijas, presuntamente a manos de funcionarios de la guardia y del plan Patria Segura, Jaimes Branger lamentó que la seguridad en el país haya dejado de ser un derecho.
“El plan Patria Segura es una burla, como venezolana me siento avergonzada y siento mucho dolor de que la seguridad no sea un derecho como lo dice la Constitución, sino que sea una ruleta; hoy sales de tu casa y la ruleta te dice si regresas vivo o no. Y esta historia de sacar a los militares a la calle es riesgosa y ello se evidencia con esos hechos. Los militares no están preparados para tratar temas de seguridad y mucho menos con los ciudadanos”.
“Los militares son una estructura vertical de mando, quien no obedece obtiene un castigo y el castigo es a punta de tiros… no entiendo cómo pudo ser un error matar a una mujer y a una niña, con 50 tiros, para mí eso es una saña, que causa mucha suspicacia y angustia”.
Creo, continuó, que como todos los planes del gobierno este es un error, un desacierto y un fracaso adicional porque no han bajado los índices de violencia.
“Siento que aquí se pueden solventar muchos problemas de otra forma, con educación. Desearía que no hubiesen armas; el Sistema de Orquestas nos ha demostrado que son mucho más efectivos los instrumentos que las armas… me gustaría que el dinero que se gasta en armamentos para matar gente o para una supuesta protección, se invierta en las áreas de educación y cultura, que son realmente los puntos que apalancan un pueblo. Ningún pueblo ha salido adelante mediante el uso de las armas, los que han salido adelante es porque manejan políticas educativas claras, coherentes y desarrolladas, donde existen libertades”.
La fuerza armada en la calle empeora la situación, reitera. “Creo que los militares deben volver a los cuarteles y aunque dicen que es difícil, considero que se puede lograr siempre y cuando existan reglas claras y voluntad de hacer las cosas. El Presidente de la República tiene la facultad para hacerlo”.
La ‘bravuconada’ de Correa
-¿Cuál es su percepción sobre el manejo de la política exterior de parte de Maduro, en especial sobre el asilo político ofrecido a Edward Snowden?
-El tema del asilo político inició con una ‘bravuconada’ del presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien dijo a los Estados Unidos que le quitara los beneficios arancelarios pero que él mantendría su soberanía al darle asilo a Snowden, lo cual creo que es una estupidez.
A todas luces es un sinsentido colocar en riesgo el bienestar de un pueblo por darle asilo a un ‘sinvergüenza’ como Snowden, quien sabía lo que estaba haciendo en la agencia de seguridad (NSA), en la cual laboró durante muchos años y ahora se arrepintió de sus actos. Los países latinoamericanos están haciendo lo mismo que hacía Chávez: meterle el dedo en el ojo a los Estados Unidos, con ‘el corito de ñángaras que salió a ofrecerle asilo”.
Jaimes Branger duda que Snowden desee venir a Venezuela y advierte que los asilos políticos son decisiones delicadas de cada nación. “Al decidir otorgar un asilo, cada nación debe tener la seguridad plena de que su pueblo no sufrirá las consecuencias. En este caso, se está tentando la suerte de los venezolanos y estas acciones representan una herencia de Chávez, cuyo origen está en la cumbre de la ONU en la que dijo que olía a azufre, por la intervención del presidente George W. Bush, en un hecho que lejos de representar un beneficio ha traído una serie de inconvenientes”.