Tres personas han resultado heridas este viernes al ser corneadas por los toros en el sexto encierro de los San Fermines en Pamplona (Navarra, norte), que ha sido el más peligroso desde que empezaron las fiestas el pasado sábado.
Los heridos corneados son un joven estadounidense de 20 años, al que ha habido que extirparle el bazo aunque no se teme por su vida, y dos españoles de 31 y 42 años, informaron las autoridades sanitarias regionales.
Un toro de 560 kilos llamado «Burrenote» embistió al joven estadounidense al inicio de la carrera, empitonándolo por el abdomen, tras lo cual fue inmediatamente trasladado a un hospital donde fue operado.
Se trata de los primeros heridos por asta de toro desde el comienzo de las fiestas. Otras tres personas, incluido un estadounidense de 48 años, han sido hospitalizadas con diversos traumatismos sufridos en caídas.
El encierro se hizo más dramático cuando otro gran toro negro de 575 kilos, denominado «Langostero», se quedó aislado de la manada y embistió a los mozos.
El morlaco se fue contra un joven, al que arrastró y corneó durante al menos 30 segundos, llegando incluso a quitarle los pantalones. El joven se agarró a uno de los cuernos del toro, mientras otros dos mozos trataban de retirar al toro tirándole del rabo.
Dos mozos lograron agarrar al joven por los pies para arrastrarlo fuera del alcance del toro.
El astado corneó al joven, de 31 años, tres veces en su rodilla derecha, su gemelo izquierdo y la ingle.
«Langostero» atacó después a otro hombre, que vestía un camiseta amarilla, corneándolo dos veces en el brazo derecho y golpeándolo contra la barrera que delimita el recorrido del encierro, cuando ya se encontraba cerca de la plaza de toros.
Los dos heridos españoles también tuvieron que ser intervenidos de sus heridas.
Otras tres personas, incluido un estadounidense de 48 años, fueron trasladados al hospital con diversos traumatismos sufridos en caídas durante la carrera.
«Se cayó un montón de gente a lo largo del recorrido, fue muy peligroso», dijo Alan Carpenter, un empleado de banca de Chicago, tras participar en su tercer encierro.
Como él, cientos de mozos, la mayoría vestidos de blanco y con el tradicional pañuelo rojo al cuello, corren delante de los toros los 848,6 metros que separan los corrales del coso, donde serán lidiados por la tarde.
Los seis toros de la ganadería de El Pilar completaron el recorrido en 4 minutos y 57 segundos, siendo el encierro más largo hasta el momento.
Desde 1911, un total de 15 personas han muerto en los encierros, la última hace cuatro años, cuando un joven español de 27 años fue corneado en el cuello.